Centros Regionales: resultado de luchas que no acaban

Los centros universitarios de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tienen un pasado en común: su origen estuvo marcado por las precariedades, el reclamo y la lucha reivindicadora de las ciudades. Una historia que todavía se repite, después&

Los centros universitarios de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) tienen un pasado en común: su origen estuvo marcado por las precariedades, el reclamo y la lucha reivindicadora de las ciudades. Una historia que todavía se repite, después de 40 años de fundación de los centros regionales. Es así como la falta de maestros sigue siendo el principal problema de estas extensiones universitarias.

Y es así como también en la sede, los estudiantes tienen que subir y bajar escaleras con butacas al hombro porque no tienen donde sentarse.

La idea de llevar a los pueblos estos centros no surgió de la nada. Cuando el Centro Universitario Regional Suroeste (Curso), en Barahona, abrió sus puertas el 26 de febrero del 1970 era un local con cuatro aulas y solo se inscribieron 150 estudiantes. Ese fue el primer circuito educativo de la UASD fuera de la capital y lo que marcaría el inicio de la extensión de la educación superior pública en todo el país.

En la actualidad existen, además de la sede central, dos recintos universitarios, 13 centros regionales y tres subcentros distribuidos en 19 provincias.

La inauguración del centro de Barahona y al día siguiente el de San Francisco de Macorís surgió como parte del Movimiento Renovador de la UASD del 1966 en el que los catedráticos, sumergidos en las consecuencias la Revolución de Abril, iniciaron un proceso de transformación de la educación, desde la academia.
“La Revolución de Abril del 1965 no solo reclamaba la implementación de la democracia, sino también que la universidad se abriera al pueblo y es un año después cuando la UASD comienza a pensar en instalaciones fuera de su sede central”, refirió Juan Tomás Olivero, quien fue director durante cinco años de la Oficina Técnica de Apoyo a los Centros y Subcentros Universitarios.

Una de las iniciativas de la creación de esos dos centros era formar a profesionales para impulsar el desarrollo comunitario. “El objetivo era elevar el espíritu universitario a esas comunidades y ofertar carreras relacionadas con su desarrollo”, recordó el primer director del Curso, Jesús de la Rosa.

El maestro Genaro Rodríguez Martínez, director del Recinto Santiago, considera a la UASD como la “cuna” de esas ideas revolucionarias que se encontraron de frente con el gobierno de Joaquín Balaguer. “Los movimientos locales empezaron a demandar la expansión de la Primada. Ese también era el propósito de los catedráticos libertadores de la época balaguerista que fueron de los primeros que se desplazaron al interior del país a impartir clases. Era también una labor de concienciación, donde la Universidad buscaba sembrar una semilla de libertad y cambio revolucionario”, opina el catedrático.

La UASD hoy

“Si consideráramos a la UASD como un sistema universitario, esta equivaldría a 16 universidades y en el país habría no 31, sino 46”, analizó el maestro Mateo Aquino Febrillet, exrector de la UASD, en su publicación “Reflexiones al salir de la academia”.

Con los años, los centros han ido creciendo en cuanto a población, carreras ofertadas, programas de posgrados, experiencia administrativa y es a partir del 1996 cuando comienzan a edificarse los actuales campus universitarios.

Escuelas y locales prestados

Las cifras actuales indican que 76,173 matriculados cursan carreras en los centros universitarios, lo que equivale al 44% de la matrícula uasdiana, que supera los 170 mil estudiantes. Estas unidades académicas comenzaron a laborar en locales prestados de escuelas, oficinas municipales y propiedades privadas. El Curso se alojó inicialmente en un local cedido por un casino. El recinto de Santiago comenzó a ofrecer clases de postgrado en la escuela México, en el 1986. En el Centro Universitario Regional del Nordeste (Curne), en San Francisco de Macorís, los locales estaban distribuidos en toda la ciudad. “Las clases se impartían en escuelas, propiedades privadas distribuidas en más de 10 lugares”, señala una maestra con décadas dando docencia allí. Y en Mao, el profesor Francisco Almonte recuerda que las clases se impartían incluso “debajo de los árboles”.

“Nadie sería perseguido por sus ideales”

El Movimiento Renovador buscaba democratizar la enseñanza y para ello fueron sustituidos 200 profesores por activistas políticos y exestudiantes que participaron en la Guerra del Abril, según datos recogidos en el libro Crisis en la UASD (1961-66), de Juan Francisco Martínez. En ese entonces, el rector Julio César Castaños Espaillat proclamaba la garantía de que “nadie sería perseguido, acosado, ultrajado y maltratado por las ideas que sustente”. Fue así como la UASD se convirtió en un lugar seguro para muchos revolucionarios. El tiempo le dio la razón a ese grupo de académicos que pensó que si la educación llegaba a los pueblos, su gente tendría más razones para no emigrar de casa.

Lista

Cantidad de matriculados de la UASD
Lugar Estudiantes Categoría
Santo Domingo 95,026 Sede
San Francisco de Macorís 15,650 Recinto
Barahona-Neyba 10,269 Centro y subcentro
San Juan 8,497 Centro
Mao-Santiago Rodríguez    6,016 Centro y subcentro
Higüey 4,832 Centro
Nagua- Samaná 4,285 Centro y subcentro
Bonao 4,044 Centro
Puerto Plata 2,335 Centro
Hato Mayor 1,990 Centro
San Cristóbal 1, 503 Centro
Baní 1,475 Centro
La Vega 1,385 Centro
San Pedro Macorís 633 Centro
La Romana 456 Centro
Total 171,199
Fuente: Departamento de Informática de la UASD (febrero 2014), a través del libro “Reflexiones al salir de la Academia”, de Mateo Aquino Febrillet.

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