Yaqui

Yaqui Núñez del Risco deja este mundo después de un duro período durante el cual las enfermedades abatieron su vitalidad, su energía, la gracia de su personalidad, la condición que más lo calificaba: extraordinario y sensible ser humano.

Yaqui Núñez del Risco deja este mundo después de un duro período durante el cual las enfermedades abatieron su vitalidad, su energía, la gracia de su personalidad, la condición que más lo calificaba: extraordinario y sensible ser humano.

Siempre dispuesto a atender, a oír, a hablar con cualquier persona, en un pasillo, en la calle, en las aulas, dondequiera que se movía, honraba eso que resulta para muchos tan difícil: la sencillez, condición que lo hacía accesible.
Colaborador, entusiasta, invitaba, daba la mano, recogía cualquier talento en búsqueda de un espacio para proyectarse, sin buscar nada que no fuese servir.

Claro, todo eso al margen de su condición como profesional de la palabra, el comunicador simple por excelencia, descodificador de lo difícil y complicado, prosa llana en su estructura, pero llena de vida, fuerza expresiva, riqueza y sabor. Por eso, más allá del ciudadano particular, logró conexión con el público, con los dominicanos. Llenó toda una época en que la televisión, su medio preferido, tenía forma, color, gracia, talento, preciosura, sabiduría y carácter. Eso que le supo imprimir.

Yaqui Núñez del Risco fue una marca y con sus pares de la época jugó un papel estelar en el enriquecimiento de la lengua castellana y del español dominicano, ya con su cultura con sabrosura, como presentador, como animador, siempre decente y formal, distante de la procacidad, de la vulgaridad.

Como maestro al fin, hizo una escuela y ahí están los resultados. Profesionales que siguieron su estilo y hoy lo reconocen como tal.

Un adiós al artista que dispensó gracia, don de gente, y mucha alegría a los dominicanos. Recordémoslo así.

Nuestro pesar a su viuda Susana Silfa. Y a sus hijos Pedro Antonio, Gina, Maril y Sabrina Núñez Yangüela; Yaqui y Yan Piero Núñez del Risco Mejía y Vilma Núñez; a su hermano Pedro Julio Núñez del Risco y demás familiares.

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