¡Menos consumistas y más inversionistas!

En su Página Abierta del 9 de septiembre del 2014, el Banco Central (BC) afirma que en el 2012, la inversión bruta total o formación bruta de capital fijo, a precios corrientes, se redujo en 2.71% en el 2012 con relación al 2011, al pasar de RD$552,13

En su Página Abierta del 9 de septiembre del 2014, el Banco Central (BC) afirma que en el 2012, la inversión bruta total o formación bruta de capital fijo, a precios corrientes, se redujo en 2.71% en el 2012 con relación al 2011, al pasar de RD$552,132 millones en el 2011 a RD$537,152 millones en el 2012, para una reducción de RD$14,981 millones, equivalente a 0.65% del PIB a precios corrientes.

Esta caída de la inversión bruta total se produjo, según el BC, a pesar de que la inversión pública aumentó de RD$80,350 millones en el 2011 a RD$155,832 millones en el 2012, para un incremento de 93.9%. El BC señala que esto se debió a una caída de 19.2% en la inversión privada, al descender de RD$471,782 millones en el 2011 a RD$381,319 millones en el 2012.

A precios constantes, es decir, en términos reales, la inversión bruta total, según las nuevas Cuentas Nacionales del BC, cayó en 3.1% en el 2012 con relación al 2011.

Las nuevas estimaciones del BC podrían llevar a los analistas a pensar que el aumento de la inversión pública en el 2012 provocó un efecto de desplazamiento o “crowding out” de la inversión privada. Sin embargo, cuando se analiza el comportamiento de las tasas de interés en el 2011-2012, no es posible llegar a esa conclusión. En efecto, la tasa de interés promedio ponderada fue mayor en el 2011 (15.52%) que en el 2012 (15.33%); la real, es decir, descontando la inflación promedio de 12 meses, no fue muy diferente: 8.37% en el 2011 versus 9.02% en el 2012. Esas variaciones no podrían explicar la baja de 19.2% en la inversión privada durante el 2012, que el BC, ha dado a conocer al hacer públicas las nuevas estimaciones de las Cuentas Nacionales con el 2007 como año base.

El BC indica que la caída en la inversión privada en el 2012 se debió a que el sector privado “a todas luces pospuso decisiones de inversión ante la incertidumbre del año electoral en la primera parte del año y que luego se dio un compás de espera para analizar el contenido de la inminente reforma tributaria que se implementaría a principios de 2013, decisiones éstas que neutralizaron en su totalidad el impulso de la inversión pública, terminando la inversión total con un crecimiento negativo en 2012”. El BC indica que esa fuerte caída de la inversión privada, a pesar del aumento considerable de la pública, explica el por qué el crecimiento del PIB en el 2012, en vez de ser 3.9% como inicialmente se había indicado, fue de sólo 2.7%. La explicación ofrecida por el BC es perfectamente compatible con la forma que actúan los agentes económicos cuando tienen información completa y forman sus expectativas racionalmente.

El problema que tenemos, sin embargo, es mucho menos complicado. Estamos seguros que en su próxima Página Abierta, el BC podrá ofrecernos una explicación que nos libere de dudas.

¿Cuál es el problema? Muy sencillo. En el Informe de la Economía Dominicana del 2012 el BC, el mismo que publica la Página Abierta donde plantea la caída de la inversión bruta total en el 2012, después de explicar el crecimiento de 3.9% del PIB en el 2012 y mostrar los crecimientos por sector en ese año, escribió lo siguiente: “Por el lado del gasto en términos reales, el comportamiento estuvo sustentado por el incremento de 4.3% en la formación bruta de capital (inversión bruta total), lo que evidenció una recuperación (principalmente de la inversión pública), respecto a la caída de -2.6% exhibida en 2011.”

Ahí reside el problema. Cuando se hizo público este Informe en el 2013, se indicó que la inversión bruta total, a precios constantes, creció 4.3%. Ahora, cambiando el año base, resulta que no, que en vez de aumentar, cayó en 3.1%. Si la inversión subió en el Informe del 2012, ¿por qué ahora aparece cayendo? En el Informe del 2012 no se dijo nada sobre el impacto negativo que las elecciones y las expectativas de una inminente reforma tributaria habían tenido en la inversión privada.

Un problema más serio tiene que ver con las magnitudes. ¿Cómo puede explicarse que por el simple hecho de cambiar el año base, la inversión bruta de capital del 2011, a precios corrientes, haya pasado de RD$345,404 millones en la estimación anterior a RD$552,132 millones en la nueva, para un aumento de 60%? Entendemos que el BC, cuando estima la inversión bruta total o gasto de capital (“Capex”) para cada año, utiliza las informaciones provenientes de las finanzas públicas, de las encuestas a las empresas y las informaciones que estas últimas vacían en los estados financieros que entregan a la DGII, entre otras informaciones. Esos datos se proveen en pesos, a precios corrientes. Dado que son a precios corrientes, no deberían variar por el cambio de año base.
¿Cómo explica entonces el BC que la inversión bruta de capital en el 2011 a precios corrientes, que inicialmente estimó en 16.3% del PIB, ahora resulta que debido a la nueva base utilizada, ascendió a 24.8% del PIB? ¿A qué se debió la subestimación inicial de RD$206,728 millones, equivalente a 8.5% del PIB, en el nivel de inversión bruta total en el 2011? Agradeceríamos mucho una explicación sobre esa descomunal diferencia.

Dado que por alguna razón desconocida la inversión bruta fue RD$206,728 millones mayor que lo inicialmente establecido para el 2011, el BC tenía que ajustar una variable que se calcula como residuo: el consumo privado. En efecto, el consumo privado, que el BC había estimado en 86.5% del PIB en el 2011, ahora se informa que representó solo el 74.8%. En otras palabras, en el 2011 el consumo privado fue RD$171,922 millones menos que lo que había informado previamente el BC. ¿Quiere decir el BC que dentro de los cambios estructurales que ha evidenciado la economía dominicana entre 1991 y 2007, el más significativo ha sido que ahora somos una economía con mucho menor nivel de consumo y mucho mayor nivel de inversión? En otros términos, ¿que los dominicanos somos ahora menos consumistas y más inversionistas? ¿Y que eso simplemente lo logramos cambiando un año base por otro? ¡Bendito sea el nuevo año base 2007!

Comparto la posición que tiene el BC en el sentido que el nuevo dato de crecimiento del PIB de 0.9% que ha estimado para el año 2009 se aproxima más a la realidad que vivió el país en el año de la Gran Recesión mundial, que el 3.5% sacado del sombrero de mago estadístico y defendido por el BC contra viento y marea durante años. En esos días señalé públicamente una posición que ponía muy en dudas la veracidad del estimado del BC y recibí, como de costumbre, la predecible reprimenda de la Autoridad Monetaria Financiera.

Coincido con el BC en el sentido de que el cambio de año base más otros ajustes gigantescos realizados por el BC que van más allá de un simple cambio de base, podrían generar estimaciones más precisas sobre las cuentas nacionales. Sorprende, sin embargo, el crecimiento de 4.6% del PIB en el 2013, 70% más elevado que el del 2012, a pesar del fuerte ajuste fiscal que tuvo lugar en el 2013, que incluyó una baja en la inversión pública de RD$57,213 millones (37%). El BC responderá que el sector privado quedó encantado con la reforma tributaria y decidió aumentar su inversión en RD$68,904 millones (18%), a pesar de que en el 2013 la tasa de interés real subió 0.48%.

La barrera más complicada que enfrentamos los economistas dominicanos es la obligación que tenemos de reescribir continuamente la historia económica. Lo que escribimos en el pasado, utilizando las informaciones disponibles sobre el crecimiento económico que en ese momento estimó el BC, ya no tiene validez. Tendremos que reescribirlo de nuevo. Todos tendremos que contar una historia diferente.

El BC también ha comenzado a hacerlo. En la Presentación del Informe de la Economía Dominicana del 2009, el BC escribió: “La economía dominicana registró un crecimiento de 3.5% en el 2009, superando las expectativas de principios de año que proyectaban un crecimiento menor en un escenario caracterizado por un entorno internacional desfavorable.” En ese documento, el BC sustentó su estimación en “el dinamismo mostrado por algunas actividades orientadas a satisfacer la demanda interna”. Ahora, en su última Página Abierta, afirma que el crecimiento en el 2009 fue de sólo 0.9%, indicando que dicho estimado “es más consistente con el entorno externo sumamente desfavorable” de ese año.

El BC afirma, finalmente, que esas correcciones a sus estimaciones elevan la confianza y credibilidad del país en los inversionistas, los organismos multilaterales, y los acreedores externos. Realmente no tengo elementos de juicio para valorar esa percepción que tiene el BC. Mi deseo es que resulte ser como estima el BC. Pero como hemos visto en este artículo, no son pocas ni insignificantes, las veces que el BC ha tenido que corregir, en magnitudes cuasi-galácticas, sus estimaciones.

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