Sequía trata mal al proyecto caprino de Las Desamparadas

Tierra Nueva, Jimaní.- La sequía que afectó al país por meses le ha hecho una jugada a un proyecto de cabras de esta comunidad.

Tierra Nueva, Jimaní.- La sequía que afectó al país por meses le ha hecho una jugada a un proyecto de cabras de esta comunidad. Los efectos se sintieron de manera dramática, si se toma en cuenta que acabó con más de la mitad de los ejemplares que había.

Sin embargo, esa baja no logró amilanar a las integrantes del proyecto caprino que regentea la Asociación de Mujeres Las Desamparadas, según asegura la administradora del módulo de cabras Adalgisa Ferreras Pérez. “El proyecto se inició en el año 2012 con sus virtudes y defectos”, agrega la emprendedora mujer, situada bajo la sombra de un frondoso árbol.

La organización abarca 37 socias, de las cuales 27 están involucradas en la crianza de chivos. Las Desamparadas como proyecto recibió un financiamiento de 511 mil pesos del Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA), dinero con que se hizo una inversión para la compra de ejemplares caprinos. Si bien el dinero llegó en un buen momento, la sequía prolongada vino a ser algo así como “el jabón en el sancocho”, de acuerdo a las explicaciones ofrecidas a elCaribe.

El grupo de mujeres actualmente tiene 72 cabras, cantidad con la siguen trabajando para la devolución del préstamo del Gobierno. “Esto fue financiado y esos recursos hay que devolverlos”, dice Ferreras Pérez. Y a seguidas informa que en junio pasado la organización remitió al FEDA una comunicación dando a conocer el panorama actual y pidiendo una prórroga en el tiempo que deben iniciar el pago del préstamo. “No nos negamos a pagar, pero sí necesitaremos una extensión del plazo para poder cumplir”, indica.

Maritza Pérez Florián, otra de las criadoras de cabras está muy de acuerdo con el planteamiento de Adalgisa. Ambas están optimistas aún y seguras de que hay posibilidades de que el proyecto se fortalezca. “Y esperamos que se fortalezca, en parte con la capacitación y mucho más por el interés que tenemos de trabajar con los animales que nos quedan”, plantea Maritza.

Su optimismo lo sustentan en lo siguiente: Las 72 cabras están pariendo y lo hacen dos veces al año. Hay cabras que paren un solo ejemplar, pero algunas paren dos. En parte eso depende de la genética del animal. El tipo de cabra que tienen las mujeres de Tierra Nueva es la criolla.

Para la crianza hay diseñado aquí un terreno con enramadas, cerca perimetral y área de pastoreo. El director del FEDA, Antonio López, aseguró ayer a este diario que el proyecto de Las Desamparadas será reevaluado y que se colocará un sistema de agua por goteo y las condiciones para que siga caminando. “Es un proyecto de mucho interés para nosotros y las mujeres deben saber que no están solas en esto. Estamos al tanto de los efectos de la sequía y estamos evaluando esa parte”, dijo el funcionario por la vía telefónica. Las Desamparadas cuentan con apoyo técnico también de la Fundación para el Desarrollo del Sur (Fundesur), informan Juan Carlos Peña y Miguel Féliz, representantes de la institución.

“Vemos este proyecto como un gran avance para la comunidad, porque cuando llegamos, y antes del proyecto, estas mujeres no tenían nada. Esto les ha dado un gran impulso y ellas han puesto mucho empeño en todo. Lo importante es que contamos con la materia prima para que esto camine”, sostiene Peña.

Involucrados

Adalgisa Ferreras Pérez
Coordinadora proyecto de cabras
“Este proyecto se ha mantenido porque las personas que estamos en él tenemos responsabilidad y ya nos comprometimos. Debemos seguir hasta ver cómo podemos sacar beneficios. Sabemos que a través del tiempos cada socia va a tener su beneficio”.

Antonio López
Director del Feda
“Nuestros técnicos evalúan permanentemente cada uno de los proyectos financiados por el Gobierno. En el caso de Tierra Nueva, la sequía que azotó el país tuvo impacto por esa parte. Las mujeres pueden estar tranquilas porque estamos con ellas.

Maritza Pérez Florián
Integrante de la asociación
“Nosotras vivimos en un esfuerzo constante para que este proyecto no se detenga y cada una de nosotras pueda sacar provecho de él. Aunque ha habido dificultades, mantenemos la esperanza de que las cosas cambiarán y trabajamos para que sea así”.

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