¿Alguna vez te ha pasado que a la mitad de un día estresante en la ciudad quieres escapar como por arte de magia al campo, a la playa o las montañas? Esto no es una coincidencia. La naturaleza tiene mucho que ver con nuestro bienestar mental.
“Cierra los ojos e imagínate que estás en un lugar que te da tranquilidad”. Esto te lo recomiendan en las terapias de relajación y, según estudios, la mayoría de personas se imaginan en un bosque, en un jardín lleno de flores, en las montañas o en una playa de arena blanca y agua cristalina.
Pero la naturaleza, el verde, el agua, siempre han sido sinónimo de descanso. Existen evidencias científicas que sustentan el poder curativo de la naturaleza acerca de la salud mental y física. Estar en el bosque, las montañas, un lago o la playa mejora el estado de ánimo, reduce el estrés y las preocupaciones, calma la agresividad, reduce el enojo y promueve un sentimiento de alegría general. Además, el estar en contacto con la naturaleza fortalece el sistema inmunológico.
A mediados del siglo XIX y aun un poco antes, cuando aún no existían los tratamientos biológicos ni físicos, los tratamientos de salud mental se hacían en sanatorios que incluían en su recinto jardines, lagos, ríos, cascadas y elementos de la naturaleza, con los cuales el paciente con trastornos mentales, cuando hacía contacto diario, mostraba una gran mejoría.
Científicamente está demostrado que cuando el ser humano se pone en contacto con la naturaleza, en su cerebro se mueven unos neurotransmisores que son los responsables de la tranquilidad, la paz, la calma y la felicidad, sirviendo ésta para amortiguar la angustia, la depresión y la frustración.
“La naturaleza constituye un bálsamo cerebral para esos elementos negativos del estado mental. Los psiquiatras volvemos al origen, por eso la Loma Miranda, entiendo…, debe ser preservada como un “as” para todos los dominicanos y convertirla en un centro de visita para disfrutar la naturaleza en su plenitud”. Así lo explica el doctor en psiquiatría, José Ismael Reyes Nouel quien, basado en esto, ha creado el proyecto Reno Agroindustrial, un invernadero financiado por el Bagrícola con un sistema que permite la germinación automatizada en masa de plantas para cultivos, libres de plagas y enfermedades. El proyecto está ubicado en una finca en el sector Pedro Brand, propiedad del galeno, y tiene una inversión aproximada de unos 500 mil dólares.
¿Cuánto tiempo se debe estar en contacto con la naturaleza para sentir sus beneficios? Según los expertos, lo ideal es que puedas pasar días enteros. Pero si no cuentas con el tiempo, debido al ritmo de tu vida, te alegrará saber que sólo 5 minutos de caminata en el parque, la playa o simplemente, estar en tu jardín, tienen un efecto positivo en tu salud mental. Unos científicos de la Universidad de Essex, en el Reino Unido, dijeron que “por primera vez en la historia de la literatura científica, hemos podido mostrar la relación que existe entre dosis y respuesta en lo que se refiere a los efectos positivos de la naturaleza en la salud mental de las personas”. De acuerdo con ellos, el estar rodeado de verde es positivo, pero lo es aún más cuando también hay agua, por los efectos relajantes que produce el agua.
“La pobreza guarda relación con los problemas de salud mental, ya que acarrea violencia intrafamiliar y social, depresión, frustración, esquizofrenia…Debemos ayudar para que el gobierno busque la forma de mejorar la calidad de vida y así las enfermedades mentales reduzcan. Se evitarían muchos suicidios, adicciones y violencia”, subraya el especialista.
Cómo surge Reno Agroindustrial
El especialista de la salud mental, quien dirige la clínica Reno, tuvo la idea de que sus pacientes podrían beneficiarse de la terapia ocupacional, al tener contacto con la naturaleza, y basado en esa premisa es que decide visitar al Clúster de Invernaderos para edificarse sobre el tema. El proceso de aprendizaje le tomó cuatro años y en ese tiempo llegó hasta la empresa Mercante del Caribe, en España, para documentarse de todo lo relativo a los invernaderos. El aprendizaje completo abarcó desde la semilla y la producción, hasta la empacadora y la comercialización”, explica el galeno, quien se declara un amante y defensor de la naturaleza.
De su tiempo en la “Madre Patria”, destaca con especial entusiasmo un germinador, donde “aprendí la importancia de poseer una planta que contara con muchas raíces para que le sirvieran de sostén, debido a que es por ahí por donde se alimentan”, subraya. Así , decide iniciar con la germinación para luego pasar a la instalación del invernadero. Refiere que inició un contrato con la firma Mercante del Caribe, el cual presentó al Banco Agrícola que posteriormente le otorgó el préstamo necesario para despegar su proyecto.
Reyes Nouel se muestra satisfecho y orgulloso cuando asegura que este programa es el primer germinador para producir plantas exentas de virus, bacterias, parásitos y hongos. “La nuestra, es la primera máquina que llega al país con las características de siembra automatizada de semillas de hortalizas en la que todas las bandejas tienen el mismo volumen de sustrato”, explica.
El proceso garantiza que las semillas sean sembradas a igual profundidad. La temperatura y la humedad dependen del tipo de planta. Reyes Nouel es miembro del Consejo de directores del Clúster de Invernaderos y presidente de su cooperativa.
Beneficio
El contacto con entornos naturales aumenta el rendimiento y genera un mejor funcionamiento de los procesos cognitivos. Además, mejora la autodisciplina y el control de impulsos.
Información
Cuando los entornos verdes son más escasos, el ser humano suele tener un carácter más hostil y su capacidad de relacionarse con los demás es difícil pues su índice de violencia es más elevado.
