Lejos de abandonarnos, el encaje es la tendencia que se apodera de esta temporada. Es el tejido que no puede faltar en el armario, porque tiene la fuerza de vestir e insinuar sin mostrar.El encaje insinúa, no muestra. En todas sus facetas -sexy, romántico o tupido- incita a la curiosidad de quien lo admira. Ahora se convierte en una tendencia de la moda y abandona su campo más trillado, la lencería, para invadir todo tipo de prendas, aportando un toque sensual y romántico.
Aún queda en nuestra memoria el tiempo en que el glamour de la noche no podía pasar sin el color negro y los encajes. Pero, aunque hace un tiempo que este delicado tejido perdió fuerza, ha vuelto con más originalidad y sofisticación que nunca. De las pasarelas ha pasado a las famosas y de ellas a nuestros armarios, invadiendo vestidos, zapatos y bolsos.
A pesar de que muchas mujeres asocian el uso del encaje con los vestidos de novia, con la ropa interior, velos o vestidos formales, todo dependerá del tipo y corte del modelo elegido, así como del uso de accesorios adecuados para transformarlos en diseños frescos y actuales. En los últimos años este tejido vive una “segunda juventud”, modernizándose y quitándose esa etiqueta de “para señora mayor”.
Son varios los diseñadores que se han dejado encantar. En trajes de dos piezas, como en el caso de Dolce & Gabanna, o en sugerentes vestidos combinados con transparencias, o incluso con “tweed”, como los que incluyen en sus catálogos Bottega Veneta, Chanel, Enamuel Ungaro, Louis Vuitton o Valentino, este tejido ha demostrado ser versátil y muy femenino.
De la noche al día
Este textil, cuya presentación cromática va desde el blanco al negro, pasando por el rojo, el “nude”, el fresa o el verde, y que suelen lucir con elegancia artistas como Rihanna, Olivia Palermo o Scarlett Johansson, amplía su uso, hasta ahora nocturno, a las luces diurnas
De hecho, este año el encaje se ha combinado con troquelados, flecos y “crochet” en biquinis y bañadores y hasta en algunos bolsos, además de transparencias y plásticos, para dejar al descubierto todo su contenido.
La seda y la puntilla también funcionan como aliados de esta tela de tradición artesana, que nació en camisones y ropa íntima hasta instalarse, ahora, en todo tipo de “outfit” que se precie de estar a la última moda.
El encaje actúa como casual detalle de un estilismo romántico: en un cuello (los de tipo bebé se usaron mucho hasta hace poco), en un escote o en una manga, por ejemplo, o en un “total look” negro, ideal para acudir a una fiesta que requiera glamour y refinamiento.
Consejo
Un punto importante al momento de vestir una pieza elaborada en encaje, según los diseñadores, es saber combinarla con otras texturas y colores para no correr el riesgo de que la persona se vea recargada.