Sonia Guzmán: “Los seres humanos tenemos que vivir una vida más justa”

La hija del extinto presidente Antonio Guzmán Fernández y de la recientemente fallecida, eterna primera dama doña Renée Klang de Guzmán, Sonia Guzmán de Hernández, es una mujer de corazón fuerte, pero a la vez sensible, amable y con una convicció

La hija del extinto presidente Antonio Guzmán Fernández y de la recientemente fallecida, eterna primera dama doña Renée Klang de Guzmán, Sonia Guzmán de Hernández, es una mujer de corazón fuerte, pero a la vez sensible, amable y con una convicción de que hay que tener un sentimiento espiritual para ser mejores personas y así lograr un mundo mejor. En los cargos que le ha tocado ocupar, tanto como servidora pública como a nivel privado, Sonia ha dejado su nombre escrito con letras grandes, pues pone su empeño en dar lo mejor de sí en todos los roles que ha desempeñado. Los golpes que le ha dado la vida, como pasar por la tragedia de perder a su único hermano en un accidente, la forma trágica en que murió su padre, y más reciente, la muerte de su esposo producto de un cáncer, y de su madre, no han sido limitantes para que siga adelante y luche por lo que quiere. Aunque dice que culminó con éxito los retos que le puso la vida a nivel profesional, Guzmán de Hernández no descarta ocupar de nuevo un cargo, ya sea público o privado. “Digo que siempre hay que tener las puertas abiertas, uno no puede decir esto no lo volveré a hacer, porque todo lo que se presenta en la vida, es un reto que si uno lo trabaja, lo cumple, y con la ayuda de Dios uno lo puede realizar, es una enseñanza invaluable en la vida de una persona”.

Sonia Guzmán de Hernández sacó tiempo para compartir con los lectores de elCaribe, pese a que al momento de esta entrevista, su madre se encontraba interna en los días previos a su muerte, los que considera los momentos inolvidables de su vida, los que para ella, son el resumen de cualquier vida: “momentos muy tristes, momentos muy alegres, y en definitiva esa es la vida que tenemos que aprender a vivir y que tenemos que sacarle el mayor provecho. Momentos duros, momentos de trabajos fuertes, esa es la vida, nada es fácil en la vida”.

1. Infancia feliz
He tenido muchos momentos inolvidables en mi vida, comenzando con mi infancia. Tuve una infancia inolvidable, feliz, una infancia con una familia unida, amorosa, donde cada uno valoraba al otro, tanto mis padres como mi hermano, y eso son momentos inolvidables que los tengo muy en mi corazón.

2. Experiencia agridulce
Un momento inolvidable fue cuando en mi adolescencia, yo tenía trece años, me dejaron interna en un colegio de los Estados Unidos, un colegio de monja, cuando en ese tiempo no había facilidades de fax ni de internet, ni nada de eso. Estamos hablando de los años sesenta, y realmente para mí tiene una connotación agridulce ese momento. Fue una experiencia dura por el desapego a la familia, y dulce porque cultivé muchas amistades, aprendí un idioma que me ha servido en la vida muchísimo, y lo recuerdo como momentos dulces y momentos amargos.

3. Luto
Uno de los momentos más inolvidables de mi vida, pero muy triste, fue la muerte de mi hermano Iván. Iván era dos años mayor que yo, era una persona a quien yo admiraba profundamente. Éramos nosotros dos…, y realmente hermanos muy cercanos. Lamentablemente murió en un accidente a los 26 años; yo tenía 24, y ese fue un momento tristemente inolvidable, con todas sus consecuencias, con toda la tristeza de mi mamá, mi papá, en medio de mi carrera universitaria. Yo vivía fuera del país, estudiaba en Medellín, Colombia, y realmente fue para mí un momento muy triste, que dejó una profunda herida en mi vida.

4. Grados académicos
Yo creo que toda persona que quiere alcanzar una meta y lucha por esa meta, al alcanzarla la valora. Por eso, los momentos de mis graduaciones universitarias, donde culminé una carrera, donde culminé después post grados, han sido inolvidables. Yo creo que toda juventud tiene dentro de su vida ese momento,cuando alcanza esa meta, como algo verdaderamente inolvidable. Yo estudié en Colombia Bibliotecología, y en Puerto Rico hice una maestría en Educación, Administración Escolar, con una especialidad en Ciencias Políticas.

5. Matrimonio
Un momento inolvidable en mi vida fue mi matrimonio, cuando terminó esa relación de noviazgo en matrimonio. Y puedo decirles que cada día que pasa, ese momento representa realmente un episodio de mi vida muy feliz. Estuve 40 años de matrimonio con un hombre maravilloso, que lamentablemente se ha ido a destiempo, producto del cáncer. José María Hernández fue mi compañero, mi amigo, mi esposo… Juntos fuimos padres de cuatro hijos, y ese es un recuerdo que yo tengo también en mi vida muy feliz, porque todo lo que hice junto a él, representa hoy, para mí , felicidad y buenos recuerdos.

6. Triste y desgarrador
Un momento desgarrador, inolvidable y muy triste en mi vida fue la muerte de mi papá, que también se fue a destiempo y nos dejó un vacío enorme. Fue un gran padre, un gran esposo, un gran familiar. Él era la persona alrededor de quien giraba verdaderamente la familia. Se llevaba extraordinariamente bien con mi esposo, y para mí fue muy duro, porque mi papá, además de ser un papá, era un amigo también, un compañero, a quien yo le tenía  plena y absoluta confianza. Entonces, su muerte repentina…, como todos saben la muerte del presidente Guzmán fue algodesgarrador, muy triste. Toda nuestra vida como familia cambió. Hubo que replantearse cómo íbamos a salir adelante en nuestras vidas, y cómo íbamos a ser soporte de mi mamá, que quedaba muy sola. Prácticamente nos tenía a José, mi marido, y a mí; y mis hijos que iban creciendo, que iban formando sus vidas, y que nosotros no podíamos transmitir esa tristeza ni ese profundo dolor en la vida de ellos, vidas que comenzaban. Así que fueron momentos inolvidables, de grandes luchas, de grandes tristezas, de grandes añoranzas, de gran pesar.

7. Descendientes
Otro momento de mi vida inolvidable fue la alegría de recibir a cada uno de mis hijos. Son cuatro: tres varones y una hembra. Mi hijo Iván José es el mayor, Carlos Antonio el segundo, Miguel Eduardo el tercero, y Carolina María la cuarta y única hembra. Pero si inolvidables han sido las llegadas de mis hijos, más inolvidables aún son las llegadas de los nietos, que ya son seis. Así que mi familia creció, afortunadamente, a pesar de los grandes ausentes como mi papá, mi hermano, y mi marido más recientemente. Pero Dios da la tristeza, pero también da el remedio, como dice el dicho popular; y para mí, esos nietos representan la razón de mi vida, a pesar de los grandes ausentes.

8. Logros profesionales
Momentos inolvidables también han sido, culminar con éxito los grandes retos que he tenido en la vida como profesional, tanto a nivel académico, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, donde fui vicerrectora académica, vicerrectora administrativa financiera y vicerrectora ejecutiva; como a nivel público, que también creo que culminé esos retos que me lanzaron en su momento, como ser subsecretaria administrativa de la Presidencia en el tiempo de mi padre, siendo muy joven, yo tenía 32 años. Y después, ser la primera mujer titular en la Junta Monetaria del país, ya más recientemente; y secretaria de Industria y Comercio. Creo que por lo menos dejé en cada lugar un nombre de honestidad, de entrega y de trabajo y me siento muy feliz con lo realizado en ese campo, en ese aspecto.

9. Vida espiritual
Algo que últimamente ha sido muy extraordinario e inolvidable en mi vida, es aprender que la vida espiritual es algo maravilloso en las personas. Fíjese, que no digo la religiosa pura y simple, sino espiritual. Vivir una vida en comunicación con algo superior al ser humano, algo superior que maneja el mundo, como yo concibo ese poder superior. En mi caso es Dios, pero en el caso de otra persona puede ser Mahoma, puede ser Buda, puede ser cualquier ser que considere superior, eso yo lo respeto y creo que es muy válido, pero yo creo que en la vida faltan muchos valores morales, que van dentro de los espirituales, valores de familia, y creo que estamos en un mundo, donde pienso, que en este momento, en esta etapa de mi vida, eso ha sido algo maravilloso, que tenemos que volcarnos a concebir algo superior a lo material, a lo pura y simplemente terrenal.

10. Firma del DR-Cafta
Para mí, es inolvidable la firma del tratado de Libre Comercio, cuando el gobierno y el país me encomendaron esa gran misión; que como todo lo humano, con defectos, pude culminar, a la cabeza de un equipo de jóvenes maravillosos, talentosos, honestos, trabajadores y con un amor a la patria que no podré olvidar jamás. Tengo en mi memoria a cada uno de esos muchachos, como yo les llamaba, con quienes cultivo todavía amistad, y creo que ese grupo, con quien me tocó la dicha de dirigir, cumplió con la misión que el Gobierno de entonces y el país le encomendó. Eso para mí es inolvidable.

Navidades en el extranjero

Después que mi papá murió, mi mamá no quería pasar las navidades aquí. La muerte de mi papá removió el dolor de la muerte de mi hermano, entonces ella nos pidió, tanto a mi marido como a mí, que nos fuéramos del país, que buscáramos la forma de pasar esos días de Navidad y Año Nuevo fuera, y conseguimos un aparta hotel en Nueva York, que nos recomendó el señor José Miguel Bonetti; porque mi mamá tiene una prima hermana allá, que quiere muchísimo, y entonces le pareció bien pasar las navidades con esa prima y su familia. Recuerdo que fuimos cada diciembre, durante diez años, a pasar las navidades a Nueva York.  Ya usted se puede imaginar… con la mamá de mi esposo, que era viuda también, mi mamá y cuatro muchachos, con abrigos y guantes; para cada salida que hacíamos del hotel a la calle, tanto mi mamá como mi suegra nos ayudaban con los hijos. Pero… se perdían los guantes, para ponerles los abrigos era todo un drama, y eso era en definitiva una lucha muy feliz que hizo olvidar más o menos el ambiente donde tradicionalmente pasábamos las navidades. Hace poco fuimos a Nueva York y fuimos a visitar ese hotel, donde todavía quedan dos empleados de los viejos, y se pusieron muy contentos al ver a Iván, que iba pequeño… La gente del hotel nos ayudaba a esconder los juguetes en el árbol, o sea que nosotros hacíamos una revolución en ese hotel, y nos recuerdan muchísimo.

Valores
“Yo creo que si viviéramos una vida más volcada a lo espiritual, el mundo sería mucho mejor, menos violento, menos materialista”

Justicia
Los seres humanos tenemos que vivir una vida más justa, creo que eso uniría las familias, nos haría mejores personas y construiríamos un mundo mejor”

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