Argenis, historia y la verdad (1 de 2)

Fanáticos del boxeo me preguntan con frecuencia sobre la “suerte” del boxeador dominicano Argenis Méndez, destronado campeón mundial ligero junior.

Fanáticos del boxeo me preguntan con frecuencia sobre la “suerte” del boxeador dominicano Argenis Méndez, destronado campeón mundial ligero junior.Para recordar un correo que envié, a propósito de unos insultos en mi contra de parte de un señor residente en Miami, revelo -aquí- mi reacción ante tan pobres argumentos.

Esto fue lo escrito en la ocasión:

“Lo que dice ese señor, a quien no conozco, no tiene ninguna sustancia. No obedece a la verdad.

Lo que escribí sobre Argenis Méndez está basado en declaraciones hechas por compueblanos del peleador, quien es oriundo de San Juan de la Maguana.

Nunca he escrito mentira. A Méndez, en incontables trabajos (artículos, crónicas, reportajes) lo he elogiado… es un buen boxeador y desde el 15 de septiembre de 2006, en una entrevista que le hice en Las Vegas, Nevada, antes de su debut como boxeador profesional, sabía que tenía las condiciones para alcanzar la cima del boxeo. Efectivamente, llegó a ser campeón del mundo.

Si su apoderado lee bien mi artículo sabe que no lo detracto. Hablo la verdad e, incluso, resalto su estelaridad.

Los atletas, cuando se les critica por conductas inadecuadas, quieren despotricar con el periodista. Es lo que pasan con Argenis Méndez y sus apoderados.

Es lo correcto

Lo que expongo en mi artículo es correcto. Y es avalado por los colegas Héctor Gómez y Yoel Adames, quienes son citados por el señor que envío el correo electrónico en el que lanza críticas contra este periodista.

Y vaya ironía: Quizás mi artículo le levante el ánimo a Méndez… porque él sabe que sí, que poco más de mes y medio antes de su pelea con el cubano Rances Barthelemy, no tuvo una conducta positiva. Anduvo de parrandas, visitando centros de diversión en San Juan de la Maguana. La verdad hay que decirla, ¡caiga quien caiga!

He sido un fiel defensor de los atletas dominicanos, especialmente de nuestros humildes boxeadores”.

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