Cuando de fumigación de grandes extensiones agrícolas se trata, el avión sigue representando una pieza clave para muchos productores de República Dominicana.Es que este aparato facilita las labores de aplicación de los pesticidas y todos los componentes que requiere una cosecha para llevar una vida sana y dejar buenos dividendos a su dueño.
Si bien algunos conocedores de la materia aseguran que la fumigación aérea ha ido reduciéndose en el país como consecuencia de los altos precios de los lubricantes y los combustibles (dos componente básicos para que un avión pueda volar), datos del Departamento de Operaciones de la Dirección de Normas de Vuelos del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) indican que existen 10 operadores de fumigación, todos activos. El presidente de la Asociación de Aplicadores, o Fumigadores Aéreos, Oliverio Espaillat Bencosme sostiene que la cantidad oscila entre seis y siete. Y las razones, según el productor-empresario Espaillat Bencosme es que han ido saliendo algunas por un tema de altos costos para operar.
“Nosotros hemos pedido, incluso, que se exonere de impuesto a los combustibles que usan los aviones fumigadores, porque eso no le representa nada al Estado”, dice Espaillat Bencosme. Los operadores de fumigación aérea que tiene registrados el IDAC son: Aeroactividades Agrícolas (en Los Prados, Distrito Nacional); Aeroservicios del Valle (Sabana Rey, La Vega); Compañía de Aspersiones Aéreas (Esperanza); Fumigaciones Aéreas (Angelina, Cotuí); Fumigaciones Aéreas del Caribe (Mao), Kellisa II (Villa Vásquez, Monte Cristi); Superior Avation (Monte Cristi); Servicio de Vuelo Bailey (Monte Cristi); Agricultura Aérea (Valverde) y Aries Dominicana (La Romana). Gracias a su capacidad, el avión puede aplicar una extensión de mil tareas en una hora, es decir, puede regar un insecticida, herbicida, abono o el producto que sea. Una labor de esa naturaleza si fuera a realizarse de forma manual implicaría tener que usar diez hombres vía terrestre y eso le tomaría entre dos y tres días, calculan conocedores de este tema y productores. Fumigar una tarea tiene un costo de RD$40.00 en las principales zonas del país.
En el caso del noroeste, donde se producen muchos bananos, el costo puede ser más elevado, a razón de un dólar por hectárea. Eso significa unos RD$43.50/tarea. Cuando la actividad se realiza por tierra a quien hace la aplicación se le paga entre 25 y 30 pesos por tarea. En el país las empresas suplidoras de los productos para el agro son: Fersan, Ferquido, Cometa y La Rinconada, entre otras.
No maltrata la siembra ni se exponen los humanos
Otro elemento ventajoso es que por la vía aérea la aplicación se puede hacer con la temperatura, no se maltrata la siembra porque no se camina sobre ella y no se expone la vida humana, contrario a cuando la actividad se realiza, por ejemplo, con bombas fumigadoras o tomando con las manos el producto, en el caso del abono granulado. Entre todas las empresas de fumigación aérea consumen anualmente unos 140 mil galones de combustibles de avión.
