Reelección ha «seducido» a 6 los últimos 7 presidentes

En los últimos 48 años, contando de 1966 a la fecha, la reelección ha seducido a seis de los últimos siete presidentes constitucionales que ha tenido la República, siendo la “excepción” Jacobo Majluta, ya que gobernó de forma transitoria durant

En los últimos 48 años, contando de 1966 a la fecha, la reelección ha seducido a seis de los últimos siete presidentes constitucionales que ha tenido la República, siendo la “excepción” Jacobo Majluta, ya que gobernó de forma transitoria durante 40 días.En cada caso el tema de la reelección ha sido “alentada” por los colaboradores más cercanos de los mandatarios, que rápidamente se acomodan a las ventajas del poder y crean una especie de resistencia natural a vivir como simples gobernados.

Convencido de que el continuismo acarrea consecuencias nefastas, como las lisonjas y el culto a la personalidad heredada del trujillismo, y que de hecho endiosa al Presidente de la República hasta colocarlo por encima del bien y el mal, Juan Bosch impulsó la prohibición de la reelección en la Constitución de 1963.

Pero tras llegar a la Presidencia en las elecciones de 1966, Joaquín Balaguer hizo aprobar ese año una nueva Carta Magna permitiendo que el jefe del Estado se postule de forma indefinida al final de cada período.

La vocación continuista de Balaguer facilitó a colaboradores como Rafael Bello Andino, Guaroa Liranzo, Carlos Rafael Goico Morales, Jáquez Olivero, Amable Aristy Castro, Aníbal Páez, así como a los generales Neit Rafael Nivar Seijas y Enrique Pérez y Pérez, entre otros, montar una maquinaria que se mantenía trabajando permanentemente a favor de la reelección.

Igualmente, organizaciones como La Cruzada del Amor, liderada por su hermana Emma Balaguer y en principio por el escritor Viriato Sención, jugaron un papel crucial a favor del continuismo.

El laborantismo reeleccionista permitió a Balaguer continuar en el poder tras las elecciones de 1970 y 1974, aunque apoyándose en una maquinaria definida como represiva. Tras dos gobiernos consecutivos del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Balaguer volvió al poder en 1986 y luego en 1990 y 1994, aunque este último período hubo de ser acortado en dos años a través de una reforma a la Constitución en la que también se prohibió la reelección consecutiva.

Del 78 al 86

Tras derrotar a Balaguer en 1978 con un discurso antirreeleccionista, el perredeísta Silvestre Antonio Guzmán Fernández asumió la presidencia y en los primeros dos años de su gobierno, al menos públicamente, dio muestra de no estar interesado en una nueva postulación.

Sin embargo, es sabido que dado los altos niveles de aceptación de su gobierno por la democratización e institucionalización que vivía el país, muchos de su entorno y conocidos dirigentes de su tendencia se vieron tentados a plantearle al mandatario la posibilidad de reelegirse, entre los que se ha señalado a su hija Sonia Guzmán, su esposo, el exsecretario de la Presidencia José María Hernández, Tomás Hernández Alberto y el expresidente Hipólito Mejía.

Se creó el movimiento “Los amigos del Presidente”, que proclamó públicamente la repostulación del mandatario, mientras el entonces secretario general de la Alianza Social Demócrata, Alberto Jana Tactuck, respaldó la reelección.

Lo mismo sucedió con el expresidente Salvador Jorge Blanco, al que a pesar de la baja popularidad en la que cayó luego de la poblada de abril de 1984, grupos cercanos, como la Avanzada Electoral que lo apoyó en las elecciones de 1982, hicieron intentos porque éste se reeligiera. A dichos intentos se sumaron dirigentes como Fulgencio Espinal, Luis María Hernández y José Michelén. Esos aprestos continuistas fueron aplastados por el discurso antirreeleccionista del PRD y su líder, José Francisco Peña Gómez, así como por la fortaleza de las distintas fuerzas o tendencias internas.

Leonel e Hipólito

Aunque coqueteó con reelegirse al final de su primer gobierno en el año 2000, el presidente Leonel Fernández se vio impedido de repostularse por prohibición constitucional. Pasado los dos primeros años del gobierno, el sector externo que apoyó a Mejía, a la cabeza del cual estaba su cuñado Sergio Grullón, así como los dirigentes y funcionarios Héctor Guzmán, Eligio Jáquez y Hernani Salazar, impulsaron un proyecto reeleccionista y forzaron la modificación a la Carta Magna para restablecer la reelección prohibida en 1994. Mejía se repostuló en 2004 y perdió. Y Fernández, que había denunciado los demonios de la reelección, incentivó que grupos externos promovieran su continuidad en el 2008, igual que lo hicieron allegados como Félix Bautista, Alejandrina Germán, César Pina Toribio, Reinaldo Pared Pérez y Víctor Díaz Rúa, así como el abanico de grupos minoritarios que lo apoyaron, logrando su reelección en las elecciones del el año 2008.

Medina no dice ni sí ni no, pero coquetea…

El que Danilo Medina cuente con un 85% de aprobación alienta en los suyos el proyecto reeleccionista, y en esa línea se inscribe la propuesta del ministro de la Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, quien propone se modifique el artículo 124 de la Constitución para que se permita la postulación del presidente de la República por dos períodos consecutivos, dando nuevos bríos a promotores iniciales como Gonzalo Castillo, Víctor Terrero,  Tommy Galán y Juan de los Santos.

Reeleccionistas

Joaquín Balaguer
Expresidente de la república
La aprobación de la Constitución de 1966 no dejaba espacio para dudar de las ambiciones continuistas de Balaguer, lo que tuvo el doble efecto de permitirle a su círculo de colaboradores mantener un permanente laborantismo reeleccionista, por un lado, y por el otro, limitar la oposición a lo interno del entonces Partido Reformista.

Leonel Fernández
Expresidente de la república
A pesar de que colaboradores como Danilo Medina, Taína Gautreaux, el padre Toño y Radhamés Segura dijeron apoyar la reelección de Fernández en el año 2000. Se crearon movimientos como Triunfo 98 y 100% con Leonel y Amable Aristy Castro lo desafió a “apretarse los pantalones” para modificar la Constitución, pero no pudo y el candidato oficialista fue Medina.

Hipólito Mejía
Expresidente de la república
Alentado por sus colaboradores más cercanos y por los altos niveles de popularidad de los primeros dos años de su gobierno, el presidente Hipólito Mejía asumió el reto del reformista Aristy Castro a Fernández y se “apretó” los pantalones y modificó la Constitución para buscar la reelección. El rechazo fue abrumador y perdió las elecciones de 2004.

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