A favor de donar órganos

La donación de órganos constituye un acto de generosidad y de humanismo que puede salvar de una muerte inminente a una persona que tenga un órgano vital afectado.

La donación de órganos constituye un acto de generosidad y de humanismo que puede salvar de una muerte inminente a una persona que tenga un órgano vital afectado.Un gesto de desprendimiento que puede brindar la oportunidad de reemplazar un órgano enfermo por uno sano y reincorporar al paciente a la actividad productiva.

Pero hay el inconveniente de que en el país no existe cultura de donación de órganos. Un par de reportajes escritos por la periodista María Teresa Morel, de elCaribe, retratan esa situación y los efectos negativos que acarrea.

Según el Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes, 170 personas por cada millón de habitantes padecen de insuficiencia renal crónica en el país y cada año, 1,500 pacientes necesitan de trasplante de riñón como terapia sustitutiva.

A esas cifras se les suman más de 400 pacientes que padecen de una enfermedad hepática terminal y alrededor de 100 que necesitan de un trasplante de corazón.

El drama abarca a pacientes que necesitan otros órganos y tejidos.
Pese a la creciente necesidad de órganos, la realización de trasplantes en el país todavía es bajísima, básicamente, por la negativa de familiares de potenciales donantes, aquellos pacientes que tras sufrir un accidente cerebrovascular, desafortunadamente están condenados a morir, y cuyos órganos, podrían alargar la vida a seis y hasta siete personas.

Como campaña de promoción de donar órganos, en el país se realizó un intento de incentivar la de córnea, hace varios años. Para los demás órganos factibles de ser trasplantados, no se ha hecho mucho para cambiar la actitud de la gente.
A esto se le suma el alto costo de una operación de trasplante, que en la mayoría de los casos supera el millón de pesos, convirtiendo este procedimiento en una opción prácticamente reservada para los más pudientes.

Es necesario ejecutar una campaña de concienciación para estimular la donación altruista de órganos. Se gana todo, pues mejora la calidad de vida del receptor, y no se pierde nada, pues el donante sencillamente está muerto o en vía de morir.

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