Inflación y confusión

En las diferentes economías, la mayoría de los precios suben con el paso del tiempo. A este incremento se le llama inflación. Y obviamente, a la gente no le gusta.Una de las peores características de la inflación es lo que confunde.…

En las diferentes economías, la mayoría de los precios suben con el paso del tiempo. A este incremento se le llama inflación. Y obviamente, a la gente no le gusta.

Una de las peores características de la inflación es lo que confunde. Porque entorpece la capacidad que tiene el sistema de precios de informar lo que pasa en el mercado.

Veamos cómo puede ser esto:

-A un país con baja inflación le llegan más turistas de lo esperado. Los alimentos comienzan a escasear y suben de precio. Sus proveedores aprovechan de inmediato la oportunidad de beneficio y los suplen. Pero si la inflación es alta, podrían no reaccionar, creyendo que todo el mundo está aumentando sus precios para protegerse, y que no es por escasez.

-Dos empleados comienzan ganando lo mismo en dos países con distintos niveles de inflación. Un año después se aumenta cada salario tomando en cuenta esa diferencia. Ingenuamente, el empleado en el país de mayor inflación se ilusiona por ganar más dinero, y tarda en detectar que ese dinero compra menos.

-En esa misma “trampa” de la mente ilusionada caen los que dicen: “mi casa vale hoy 10 veces más que hace 30 años. La compré en un millón y puedo venderla en diez”. Pero con esos diez millones no podrá comprar diez casas, sino una parecida. No es que la casa vale más. Es que el dinero vale menos.

-Alguien guarda un whisky que costó 20 dólares. Decide bebérselo 15 años después.¿Cuánto dinero se bebió?  Algunos dirán que 2O dólares; otros que nada, porque ya estaba pago. Los economistas dan la respuesta correcta: se bebió lo que cuesta la botella 15 años después. No solo toman en cuenta la inflación de esos años, sino el hecho que el whisky pudo haber ganado valor en relación a otras bebidas (porque se puso de moda o mejoró con el tiempo)
La inflación actúa como un ruido de fondo que nubla el entendimiento y dificulta los cálculos y las comparaciones. Si no existiese, no habría necesidad de plantearse este tipo de cosas. Ni de ser economista para entenderlas.

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