WASHINGTON. La directora del Servicio Secreto, Julia Pierson, renunció abruptamente ayer luego de que se dieran a conocer múltiples revelaciones de fallas de seguridad y otras torpezas en su agencia.Esa situación mermó rápidamente la confianza de que el presidente y su familia estén siendo protegidos.
El mandatario Barack Obama “concluyó que se requería un nuevo liderazgo en esa agencia “, dijo el portavoz Josh Earnest. Legisladores de alto rango de ambos partidos habían pedido su renuncia después de su testimonio ante el Congreso un día antes, el cual fue muy mal recibido, y la revelación de otro problema de seguridad más: Obama compartió un elevador en Atlanta el mes pasado con un guardia armado que no tenía autorización para estar cerca del presidente.
Eso pareció ser la gota que derramó el vaso en la Casa Blanca con relación a su liderazgo. Earnest dijo que Obama y su personal no se enteraron de esa falla hasta poco antes de que se hiciera pública en reportes noticiosos el martes.
“Hoy Julia Pierson, la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, ofreció su renuncia, y yo la acepté”, dijo en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson. Él anunció que Joseph Clancy, exjefe de la División de Protección Presidencial de la agencia, regresaría para dirigir temporalmente el Servicio Secreto después de que se jubiló en 2011.