Lo ocurrido en el hospital Robert Reid Cabral es un simple detonante de un grave estado de deterioro que lo viene afectando. Y esa situación no era ajena a las autoridades de salud. Por eso, el apresurado informe de la comisión sobre las causas de las muertes de los once niños, en el que se carga responsabilidad a los médicos, es una simple explicación del problema que no responde al elemental sentido común.
El informe reconoce que nueve de las víctimas ingresaron en grave estado, que procedían de centros de salud del interior de la República y de la Capital, y fueron atendidos en un ambiente inadecuado, con fallas en el suministro de oxígeno, y en condiciones que sugieren que el más importante factor ha sido ignorado: el deterioro del establecimiento.
Por ello, la mayor responsabilidad no puede recaer sobre médicos, quienes en el pasado reciente habían denunciado que el hospital se cae a pedazos, con deudas de más de 50 millones de pesos con los suplidores.
Lo que ha fallado en el Robert Reid Cabral es una política de
desacierto del gobierno en el sector salud, que fue dejado a su suerte cuando la administración eliminó, desde una perspectiva populista, la cuota de recuperación, que servía a los hospitales para cubrir necesidades esenciales por los bajos recursos asignados en el presupuesto.
Ese hospital tiene una cuota mensual de siete millones de pesos, 3 de los cuales dedica para pagar medicamentos. Con cuatro millones restantes qué puede hacerse con eficiencia, cuando es el centro infantil de referencia para toda la República Dominicana, y especialmente, para la gran masa pobre.
Sin embargo, la designación anoche de la doctora Altagracia Guzmán Marcelino en el Ministerio de Salud y nuevos director y subdirector en el Robert Reid es un paso hacia adelante, que de inmediato supera el informe.
Esperamos que con la capacidad y la voluntad de estos nuevos funcionarios, el sector salud cambie de rumbo. Y que, asimismo, el decreto 379-14, emitido anoche, que dispone la reforma del sistema de prestación de los servicios de salud, sirva al propósito de superar el estado crítico en que se encuentra.
