Nicaragua busca que países vecinos inviertan en su canal

La construcción del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua tendrá una inversión de 40 mil a 50 mil millones de dólares, una cantidad que supera cuatro veces el producto interno bruto de ese país centroamericano. Esta infraestructura,…

La construcción del Gran Canal Interoceánico de Nicaragua tendrá una inversión de 40 mil a 50 mil millones de dólares, una cantidad que supera cuatro veces el producto interno bruto de ese país centroamericano.

Esta infraestructura, que conectará el Caribe con el Pacífico, promete doblar los ingresos del país, reducir su pobreza extrema y abrir las puertas de la inversión a las naciones de la región.

Es tanto así que Nicaragua ha dado prioridad a estados vecinos para su participación. “Tenemos un arreglo con las entidades chinas, y es que vamos a dar preferencia a las empresas y trabajadores nacionales y centroamericanos en la participación de este proyecto”, indicó el secretario privado del presidente nicaragüense Daniel Ortega, Paul Oquist Kelley, quien se encuentra de visita en el país.

Esta enorme infraestructura, que comenzará a construirse en diciembre de este año y finalizará en el 2019, pretende dinamizar el comercio mundial junto con el Canal de Panamá, pero también será su competencia, ya que reducirá costos de transporte para los países ubicados más al norte.

Para tener una idea de lo que será esta infraestructura, hay que recurrir a las comparaciones. Oquist Kelley explicó que actualmente, Panamá tiene capacidad para recibir buques de 4,500 contenedores de 20 pies (TEU, por sus siglas en inglés) con miras a llegar a los 13 mil TEU y actualmente los buques con mayores capacidades pueden llegar a los 18 mil 800 TEU. El Canal podrá atender hasta 25 mil TEU.

“Con este proyecto lo que estamos haciendo en Nicaragua es capitalizando nuestra posición geográfica y nuestros recursos hídricos para tener un gran canal interoceánico regional y mundial, con capacidad para atender los buques más grandes del mundo, dejando un margen para el futuro”, destacó Oquist Kelley.

En cuanto a la forma en que un país como República Dominicana pueda participar en un proyecto de esa naturaleza, Oquist Kelley, durante una visita que hizo al director del periódico elCaribe, Osvaldo Santana, refirió que Nicaragua no es un país marítimo y por lo tanto “necesitamos aprender las artes y los oficios de un país marítimo como ustedes”.

Según él, República Dominicana tiene condiciones para contribuir con este proyecto en la capacitación de los nicaragüenses. “Ustedes tienen navieras, puertos, empresas de servicios de puertos, de condicionamiento de combustibles y comestibles a barcos y todos esos son servicios”.

La ruta del Gran Canal Interoceánico comprende en total siete subproyectos: el canal, un puerto en la costa del Caribe y otro en la costa del Pacífico, una zona de libre comercio, un aeropuerto internacional, la construcción de 565.6 kilómetros y un complejo turístico. En ese sentido, el funcionario también destacó que las empresas constructoras y turísticas vecinas pueden participar en este proyecto.

Con los recursos que dejará el Gran Canal, Nicaragua pretende reducir de un 14% a un 7% la pobreza extrema, crear el doble de trabajos formales y doblar los ingresos gubernamentales.

El Gobierno nicaragüense no ha estimado el impacto que tendrá la infraestructura en América Latina ya que para ello se valdrá de estudios concretos que ahora está realizando la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Sin embargo, el Estado nicaragüense prevé que el Gran Canal asumirá el 5 por ciento del transporte del comercio mundial. Entre los grandes beneficiarios serán las industrias petroleras. Como ejemplo explica que el crudo de Venezuela y Brasil podrá llegar a países asiáticos con un ahorro de un 30 por ciento en transporte.

Paul Oquist Kelley explicó que hasta el momento, el mayor inversor de este proyecto es la empresa china HKND Group, quien se ha encargado de financiar todos los estudios de factibilidad. Sin embargo, el propósito es otro: “Queremos que haya un arcoíris en la inversión”.

El impacto ambiental como eje del proyecto

La ruta seleccionada para realizar el canal tiene un costo económico superior, pero es la que tiene el menor impacto ambiental y social posible, ha asegurado el secretario privado del presidente Ortega. “Se descartó la ruta que pasaba por San Juan y se hizo una ruta más al norte”, apuntó Oquist Kelley. El impacto ambiental ha sido uno de los argumentos de la oposición nicaragüense a este proyecto. Desde el Estado han garantizado que la obra será lo menos nociva posible. “Tenemos un fuerte compromiso con el medio ambiente. Nosotros seremos muy exigentes en cuanto a los estándares ambientales, las medidas de mitigación y compensatorias para el trabajo del canal. Este tema es una de nuestras principales preocupaciones”, recalcó Paul Oquist Kelley.

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