Doctor Sixto Incháustegui Cabral

Considerado por la Sociedad Dominicana de Alergia como el “Padre de la Alergia Clínica en la República Dominicana”, galardón que recibió en el 1991, fue además un investigador y docente del más alto nivel. Nació en Baní en el 1914, y se…

Considerado por la Sociedad Dominicana de Alergia como el “Padre de la Alergia Clínica en la República Dominicana”, galardón que recibió en el 1991, fue además un investigador y docente del más alto nivel. Nació en Baní en el 1914, y se graduó de Bachiller en Ciencias Físicas y Naturales en la Escuela Normal de Santo Domingo en el 1934. En ese mismo año ingresó a la Universidad de Santo Domingo, donde recibió, en 1942, su diploma de Doctor en Medicina.

Su tesis se tituló: “Contribución al estudio de la Filariasis y la Elefantiasis en la República Dominicana” y recibió la calificación de Sobresaliente. Recibió la distinción del premio “Doctor Heriberto Pieter” a la mejor Tesis, y la Asociación Médica Dominicana le reconoció como el estudiante con el mejor récord académico de su promoción.

Fue designado Monitor en la Universidad, cargo que ocupó por pocos meses, ya que viajó hacia La Habana a realizar estudios de postgrado en enfermedades del Pulmón en el Sanatorio “La Esperanza” y en el Instituto de Vías Respiratorias de la Universidad de La Habana.

A su regreso al país, en el 1944, laboró en el “Sanatorio Anti Tuberculoso Doctor Martos”, en donde introdujo el tratamiento de la tuberculosis con la estreptomicina.

En 1946 fue nombrado miembro del Consejo Nacional de la Tuberculosis. En ese mismo año, se integró como director en el Sanatorio Infantil “Santo Socorro”.

En el Congreso Médico del 1946, participó como secretario de la Comisión Organizadora y presentó dos trabajos de gran importancia, como fueron el reporte de los primeros casos de eosinofilia tropical en nuestro país y la primera referencia a los casos de pseudohermafroditas en la comunidad de Las Salinas en Barahona. Este último trabajo lo realizó junto a los doctores Luis Ureña y Nilo Herrera, y fue la base para los trabajos que desarrollaron más adelante los doctores Teófilo Gautier y Luis Guerrero.

En el 1956 fue secretario de Estado de Salud Pública y en el 1959 fue, por tercera vez, presidente de la Asociación Médica Dominicana. En 1961 presentó su renuncia a la presidencia de ese gremio para facilitar el proceso de elecciones.

De acuerdo al doctor Fernando Batlle Pérez, el doctor Incháustegui “sirvió al país con una conducta intachable desde posiciones relevantes en el sistema de salud”. 

Entre el 1967 y el 1973, realizó, junto al doctor Melchor Herrera, un escrutinio de pólenes y agentes alergénicos en Santo Domingo. Tras muchos años hablando de alergia, logra en 1975 fundar la Sociedad Dominicana de Alergia, de la que fue Presidente de Honor.

En 1977, el hoy Colegio Médico Dominicano le otorgó el título de Maestro de la Medicina Dominicana, y en 1985 la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña lo nombró Profesor Meritísimo.

La Sociedad Dominicana de Neumología y Cirugía del Tórax le designó Maestro de la Neumología Dominicana y Precursor de la Tisiología en nuestro país.
La Academia de Ciencias de la República Dominicana le otorgó, en el 1986, el Premio Anual de Ciencia, por sus grandes aportes a la investigación científica.

Sus hallazgos e investigaciones en el campo de la alergología en nuestro país fueron publicados en las principales revistas internacionales en el área de la alergia y la inmunología. Fue, además, el editor de la Revista “El Médico Dominicano”, que ofrecía importantes informaciones tanto a los médicos como a todos los ciudadanos de nuestro país. Citando de nuevo al doctor Batlle Pérez, el doctor Incháustegui fue “un hombre recto, austero, metódico, culto y de corazón y espíritu noble”. Falleció en el 1997 tras una vida dedicada a la investigación y la ciencia que llena de orgullo a todos los dominicanos.

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