“En el mundo del teatro, lo he hecho casi todo”

Desde pequeña, Soraya María prefería escribir obras, poemas y cuentos, mientras sus amigas del colegio se divertían jugando en las horas de recreos.

Desde pequeña, Soraya María prefería escribir obras, poemas y cuentos, mientras sus amigas del colegio se divertían jugando en las horas de recreos. Recuerda que a los nueve años de edad, su padre la invitó a ver una obra en Bellas Artes, y fue a partir de ahí que se dio cuenta de lo que quería ser en la vida, ya que al disfrutar de dicha obra “quedó prendada” de las tablas para el resto de su vida. A los 13 años, ingresó a la escuela de Bellas Artes, convirtiéndose ese día en la mayor alegría de su vida. Desde sus inicios, montaba sus obras, que en su época de estudiante fueron: “Congreso mundial”, “La señorita Susi”, “Una mujer adorable”, comedias; y “Un millón de escalones”, teatro del absurdo. Soraya María, mejor conocida por su personaje célebre de “Cachita”, se alejó de la vida pública por más de diez años para formar su familia, sin dejar de lado su pasión por el arte, ya que en ese tiempo se dedicó a la enseñanza  teatral.

¿Dónde nació Soraya María?
Nací en Santiago de los Caballeros. Mis padres, Luis Manuel Pérez Espaillat, odontólogo y ex decano de la Facultad de Medicina de la UASD, y la profesora Carmen Reyes Bisonó. A los 13 años vinimos a la capital, donde realicé mis estudios primarios y secundarios en los colegios Santa Teresita, Serafín de Asís e Instituto Veritas. Me gradué de actriz en la Escuela Nacional de Arte Escénico, y en la universidad cursé cuatro semestres de Administración de Empresas y cuatro de Arte Publicitario, carreras que no pude terminar, pues el éxito llegó y el trabajo opacó todo lo demás. Me gradué de actriz en la Escuela Nacional de Arte Escénico y en la universidad cursé varios semestres de Administración de Empresas y de Arte Publicitario, carreras que no pude terminar, pues el éxito llegó y el trabajo opacó todo lo demás.

¿Cuál ha sido su experiencia en el mundo del teatro?
En el mundo del teatro, lo he hecho casi todo. Primero actriz, dramaturga, directora, productora, escenógrafa, vendedora, publicista. He pintado cruzacalles, banderolas, telones; he hecho espectáculos musicales, parodias, adaptaciones de libretos, standing-up, monólogos, teatro clásico, y he participado en unos 87 montajes, sin contar los shows de Night Club y las giras por todo el país y el extranjero.

¿Cuáles otros personajes usted ha caracterizado a lo largo de su carrera?
Fuera de mis interpretaciones en el teatro, que son muchas, personajes de la televisión que surgieron fueron: Cachita, Carmita, Modesta, Corín Collado, Vaporcito, Mamá Yeya, entre los más notables.

¿Cómo surge el personaje de Cachita y qué recuerdos le ha dejado?
Este personaje surge en la comedia teatral de Roberto Lebrón “La señorita Enriqueta”. Desde que nació, conquistó de inmediato el público teatral, luego de muchas funciones, ya que duró cuatro años, cinco temporadas. Ángel Muñiz me llama para sustituir una actriz que se le enfermó en el programa “Tele-loquera” y crea la sección “Cachita y doña Chu”, aquí duré cuatro semanas; luego, me contrata Freddy  Beras Goico y empiezo a trabajar en Televisa: “Show del mediodía”, “De noche”, “Punto final” y “El Gordo de la Semana”. 12 años después, creo mi programa “Soraya María y más”, en Rahintel. Aprendí mucho en la televisión, sobre todo al lado de un artista como Beras Goico. Aprendí su estilo, sus técnicas, sus trucos, su experiencia… En pocas palabras, me quedé con una radiografía de su sabiduría.

¿A qué se dedicó en los años de ausencia de la vida pública?
Me alejé de la vida pública, más no del teatro, para poder hacer familia, ya que la televisión es muy absorbente. Al año, conocí mi compañero Héctor Sánchez Morales. En ese tiempo me dediqué a la enseñanza de teatro, y nace en 1994 mi escuela “Teatro escuela Telón”. En 1997 me casé y en 1999 nace mi hija Tolly, una niña maravillosa, inteligente y muy madura. Paralelamente, seguí en el teatro como actriz y me dediqué a estudiar una licenciatura en Dirección Teatral, en la UASD, donde me gradué con honores. Con este último logro, ya tenía más aval para mi faceta en la enseñanza del teatro. Imparto clases de drama en el colegio New Horizons, y acabo de ingresar a la “Alarma de la mañana”,  junto a Freddyn, Pedro, Cordero y Carmen.

¿Qué destacaría de su trabajo?
Lo especial y lo importante para mí son todas las ramas del espectáculo que he aprendido sobre la marcha, ya que como siempre estuve sola. Estuve sola, en el sentido de que mi línea era diferente a la de mis compañeros; primero, por mi formación, y segundo porque era más joven y me veían como la muchachita, la mascotica del grupo. Era como la más pequeña del hogar, que siempre se manda para atrás cuando los mayores hablan.

¿Cuál ha sido su proyecto favorito?
Todo lo que he hecho goza de mi aprecio, pero, “Los ángeles se han fatigado” fue el drama que me lanzó al estrellato y me dio el respeto de todos como actriz. Era un monólogo de hora y media que obtuvo buena crítica de los sabios del momento. “La Señorita Enriqueta” descubrió la comediante que no sabía que tenía dentro y me abrió las puertas de la televisión. “Pensión para señoritas”, que fue de las 14 obras que escribí, monté, produje y dirigí, me llevó a Broadway, convirtiéndome en la primera en llegar a esos escenarios en el Equitable Tower, donde  llenamos 16 funciones. Actualmente, mi entrada a la “Alarma”, me hace sentir como un niño con juguete nuevo en noche de navidad.

Remembranzas
Guardo grandes recuerdos, unos tristes, otros alegres; pero lo más importante fue que me quedó un archivo inmenso de información en mi disco duro.”

Metas
La necesidad tiene cara de hereje, pero usualmente le marchaba a lo que fuera, con tal de lograr mis objetivos”.

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