Líderes, nuevas tecnologías y plantas a carbón

En una era donde ningún político se transporta en carro Austin de los años 60, y donde ningún líder quiere un televisor de cajón, del año 2000, porque todos queremos televisores planos de alta definición, a veces se habla de las plantas a…

En una era donde ningún político se transporta en carro Austin de los años 60, y donde ningún líder quiere un televisor de cajón, del año 2000, porque todos queremos televisores planos de alta definición, a veces se habla de las plantas a carbón como si se le diera una cátedra de arqueología a toda la nación.

En pleno pico tecnológico del siglo 21, donde muchos niños van a la escuela primaria con el más moderno teléfono celular inteligente, que utiliza sistema 4G LTE, que en segundos le comunica con el otro lado del mundo, que toma y reproduce fotos y vídeos en alta definición (muy diferente a la cámara fotográfica de cajón), que navega a través de la internet con una facilidad propia de ciencia ficción, que le ubica el lugar exacto donde se encuentra y la ruta a seguir para llegar a cualquier lugar, y que sin cable alguno envía imágenes y vídeos al computador y al televisor, todavía algunos políticos piensan que lo único que se quedó dormido en el siglo 19, fue la tecnología para producir energía. 

Decir hoy día que las plantas a carbón son fuentes de alta contaminación, sin preguntar cuáles modernas tecnologías están disponibles, y cuáles de esas tecnologías podrían ser utilizadas para las nuevas plantas de Baní, da a entender que de nuevo se intenta manipular la sensibilidad ambiental para hacer oposición política y empresarial, en lugar de hacer oposición conceptual, de alto nivel, que haga entender, al gobierno y a la sociedad, que realmente hay líderes que saben bien qué es lo que en cada ocasión más le conviene a la nación.

En cada caso los líderes deben tomar la decisión más conveniente, para resolver los problemas de la gente, al margen del populismo, pero siempre apoyados en profundos conocimientos del tema tratado, para que el tiempo otorgue razón en lo hablado. El populismo se opuso a que Balaguer ampliara la avenida 27 de Febrero, pero Balaguer la amplió, y luego la gente lo entendió, y hasta lo aplaudió.

Recordemos que el Congreso de los Estados Unidos se negó, responsablemente, a ratificar el Protocolo de Kioto, porque los legisladores estadounidenses sabían que su país es el mayor productor occidental de CO2, con un 20% del total mundial, y sabían que ese país no podía apagar sus plantas eléctricas que operan con carbón mineral porque ellas aportan el 40% de la energía total, y lo que ese liderazgo hizo fue apoyar a las industrias eléctricas que utilizan carbón mineral para que modernicen sus plantas incorporando las nuevas tecnologías del sistema de captura y almacenamiento del CO2 producido, como forma de reducir las emisiones en un 90% y emitir a la atmósfera apenas el 10%, pero sin dejar de usar carbón mineral, por ser la fuente de energía fósil de menor costo, lo que permite a su gente comprar un kilovatio/hora en 10 centavos de dólar, mientras en Rep. Dominicana, que sólo aporta el 0.000025% del CO2 mundial, pagamos el kilovatio/hora hasta a 30 centavos de dólar, siendo paradójico.

Los líderes responsables deben opinar y actuar de forma responsable, sin dejarse llevar del populismo, y sin temor a las críticas perniciosas de quienes no estén de acuerdo con las opiniones juiciosas, porque el tiempo pasará y en algún momento la verdad resplandecerá, y si hay nuevas tecnologías, utilizadas por los líderes cada día, es contradictorio que un líder viva al ritmo de la más moderna tecnología, al tiempo de hacer politiquería verbal, hablando como si viviera en la era medieval. l

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