A Bacumí el Gobierno solo le da promesas

Si llueve aparece el lodo y si no llueve la polvareda pasa a ser una visita no deseada. En esa condición está la vieja carretera principal y las calles internas de Bacumí, una comunidad productiva de la provincia Sánchez Ramírez.

Si llueve aparece el lodo y si no llueve la polvareda pasa a ser una visita no deseada. En esa condición está la vieja carretera principal y las calles internas de Bacumí, una comunidad productiva de la provincia Sánchez Ramírez.Las promesas del Gobierno en torno a la situación han sido muchas, los resultados concretos, muy pocos. A la gobernadora provincial, Teresa Inoa, las dos cartas enviadas por la Junta de Vecino les han pasado sin ser leídas, y meses después de la última misiva remitida no se consigue una respuesta de la representante del Gobierno en la zona. La primera comunicación le fue entregada el 16 de abril de 2013 y la segunda el 22 de mayo de 2014. Las copias de esas comunicaciones las conserva aún con esperanzas Juan Modesto Jáquez, presidente de la Junta de Vecinos, según dijo a elCaribe.

“El silencio de Teresa Inoa y la falta de acción y de fuerza de la propia dirigencia política de Bacumí, especialmente del Partido de la Liberación Dominicana, han dejado claro que hay poco interés por resolver el problema”, dice otro de los lugareños. Se ha pedido también al Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) resolver los problemas de escasez de agua que existen.

Bacumí es un paraje del municipio Fantino con alta vocación agrícola, especialmente de cereales como arroz y de musáceas como plátano.

“Históricamente ha sido una comunidad olvidada por los gobiernos, solo recordada cuando se quieren obtener votos electorales”, ha dicho varias veces Antolín Santos, un antiguo dirigente comunitario. De acuerdo a los cálculos realizados, los trabajos que se requieren son unos 3,500 metros, es decir, unos 3.5 kilómetros de asfaltado con aceras y contenes. Si eso surte efecto se beneficiarían unas 4,500 personas que viven en Bacumí. En sus más de 50 años las deterioradas calles nunca han sido asfaltadas a pesar del interés de los productores, la iglesia, las asociaciones de clubes, la pastoral juvenil, los comerciantes y la población en su conjunto.

El 9 de junio de 2013, el ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, prometió que el paraje sería asfaltado y dijo que eso “puede darse como un hecho”. El funcionario hizo la promesa en una conversación sostenida luego de una entrevista con elCaribe y NCDN. Incluso, para “darle credibilidad” al tema de Bacumí, Gonzalo Castillo encargó a Joan Molina, uno de sus asistentes la responsabilidad de que la obra no cayera en el olvido. Luego de eso este diario contactó varias veces a Molina y éste dijo: “Eso se hará, pero falta el dinero”.

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