Suelten el cofre

Cada vez la presión sobre el Senado de la República por el cofrecito, sin campaña ni nada por el estilo, es mayor. Y auspiciosamente proviene de sus mismos colegas de los diputados, en realidad, del presidente de esa cámara, Abel Martínez, quien&#823

Cada vez la presión sobre el Senado de la República por el cofrecito, sin campaña ni nada por el estilo, es mayor. Y auspiciosamente proviene de sus mismos colegas de los diputados, en realidad, del presidente de esa cámara, Abel Martínez, quien deja un pasado de malas prácticas atrás. Ayer anunció, él solito, que llegó el fin, no sólo del cofrecito que ellos se auto asignaron, sino también de la partida para regalar juguetes “a niños pobres”. Dicen que hay diputados tirando chispas, pero aceleradamente gana la imagen de esa cámara. Y cada acción de los diputados en la dirección adecuada presiona al Senado. Deben actuar.

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