La tropa de San Francisco de Macorís comenzó la temporada otoño invernal con una de las mejores combinaciones que puedan existir en los deportes: una nómina talentosa y un dirigente con una misión. Hasta el momento todo marcha a pedir de boca.
Audo Vicente, campeón con los Leones hace dos temporadas y dejado en libertad por la escuadra escarlata tras la derrota en la final pasada frente al Licey, recibió a un equipo repleto de mercancía de calidad, cual tienda por departamentos donde no falta nada, y ambos marchan a un ritmo dominante.
No solo están en el primer puesto de la joven justa, sino que no hay que ser un genio ni nada para admitir que son la referencia de la competencia en cuanto a herramientas para la pelota se refiere. Son buenos, muy buenos, diría un amigo.
Audo se refiere poco al tema, de hecho su decencia se impone a cualquier ataque del ego para que cometa un exabrupto, pero dar la primera corona a los Potros le cae como anillo al dedo a un mánager que quiere silenciar muchas críticas vertidas tras perder en la justa pasada. Los Gigantes cuentan este año con buenos peloteros y otros que se preparan para entrar. Tienen a una plana mayor que hace mucho anunció que no escatimará esfuerzos para poner en nómina lo necesario para ganar. Inician la semana con foja de 5-1, en la cima del campeonato, y lo que viene es de calidad. Una de las ventajas de arrancar bien es que te puedes dar el lujo de esperar que se tomen su tiempo preparándose bien los estelares que han de ingresar más adelante. Buen arranque para los Gigantes y Audo, una pareja que puede ser dinamita.
