El país se inquieta

Los dominicanos nos hemos acostumbrado a una violencia que ya es rutina. La de los vecinos en conflicto, la del hogar y la que imponen las bandas de ladrones y criminales, o la que es resultado del narcotráfico. A veces las propias autoridades represivas

Los dominicanos nos hemos acostumbrado a una violencia que ya es rutina. La de los vecinos en conflicto, la del hogar y la que imponen las bandas de ladrones y criminales, o la que es resultado del narcotráfico. A veces las propias autoridades represivas le agregan matices a esa violencia. Sus agentes suelen ser víctimas o victimarios. Un cuadro de dolor que sufrimos y que sobrellevamos.

Pero de repente esa violencia habitual cobra un matiz raro. Hechos que preferimos denominar de esa manera. El ataque a la cárcel Najayo-Hombres, San Cristóbal, el viernes, sorprendió a todo el mundo. Hasta a las autoridades.
Nadie podía esperar un acontecimiento de esa magnitud. Un grupo de elementos armados, combinados con detenidos provocaron una tragedia que ya cuenta seis muertos. Otro hecho raro en la cárcel de La Victoria, casi en paralelo con los eventos de Najayo, agregó otra víctima fatal.

No nos recuperamos de esos hechos cuando este lunes un tipo, en circunstancias por igual extrañas, se introduce a las instalaciones del Metro de Santo Domingo, el principal medio de transportación de pasajeros de la ciudad, y lanza un objeto incendiario con un saldo trágico.

¿Cómo interpretar estos hechos sucesivos? ¿Están relacionados? ¿Obedecen a un mando? ¿Grupos de criminales organizados atacan a la República Dominicana? ¿Estamos ante un plan terrorista? ¿Hechos fortuitos?

Las autoridades responsables del mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana tienen que buscar las respuestas. Desentrañar todos estos hechos que crean inquietud e incertidumbre. Estimulan la percepción, y más que la percepción, el miedo, el sentimiento de inseguridad.

No hay que reclamar que las autoridades actúen con diligencia, porque la tienen. Probablemente darán con los responsables materiales.

Sin embargo, lo más importante es buscar las causas profundas. ¿Qué se mueve detrás de todo esto? Si son hechos aislados o parte de un plan, una trama.

El país se inquieta.

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