Pou advierte sobre hechos de violencia

“Este es el mejor país del mundo”, esta es una frase que a menudo se escucha de labios de muchos dominicanos cuando se enteran de noticias internacionales que apuntan hacia la inseguridad.

“Este es el mejor país del mundo”, esta es una frase que a menudo se escucha de labios de muchos dominicanos cuando se enteran de noticias internacionales que apuntan hacia la inseguridad.Sin embargo, esta confianza ha sido empañada por los últimos acontecimientos registrados en el país, que le han robado el sueño y la tranquilidad a más de uno. Estos hechos podrían calificarse como nuevos en la historia dominicana.
Para el politólogo Daniel Pou, estos hechos se deben a la dinámica entre la percepción, la violencia delictiva y la estructural, esta última, según dijo, propicia a la delictiva a adquirir magnitudes que desbordan los parámetros tradicionales de la sociedad.

Precisó que si esos hechos no se atienden a tiempo, “llegará el momento que va a ser irreversible”.

Planteó que la sociedad requiere de una transformación inclinada hacia una cultura de la paz. Dijo que producto de esas expresiones o manifestaciones, la sociedad se convierte en un punto de agenda del crimen organizado de las estructuras criminales a nivel internacional.

Pese a que consideró que los últimos acontecimientos que se han sucedido en el país llaman a preocupación, Pou entiende que no todo está perdido. Para ello dijo que las autoridades no pueden continuar “negociando” los derechos que tiene la gente digna del país con los sectores que se oponen a las transformaciones que se necesitan para frenar ese estado de cosas.
 
Abogó por que la seguridad no solo sea valorada en término objetivo, sino también en término subjetivo. “Es un costo que pone a la sociedad en tela de juicio y nos hace cuestionar si como sociedad realmente estamos trillando el camino de la superación o el camino del fracaso”.

Dijo que la sociedad debe analizarse para establecer si se está haciendo lo correcto, si se ha sustituido al ciudadano como un simple consumidor que se valora en función de cuota de poder y no en función de derechos fundamentales.

“Desde el momento en que una sociedad, sus habitantes, su conglomerado social, sus diferentes extractos van perdiendo la posibilidad de sentirse seguros, de garantizar su integridad, la sociedad se reprime los derechos que como ciudadano les corresponden y empiezan a cederles el campo a aquellos individuos que empiezan a implantarse al interior de la sociedad por sus hechos violentos”, expuso el politólogo.

Manifestó que para lograr la transformación que requiere la sociedad, a cada ciudadano le corresponde aportar su cuota de responsabilidad.

Hechos violentos 

El pasado viernes 17 cuatro reclusos murieron y varios resultaron heridos, entre ellos dos agentes de la seguridad penitenciaria durante un asalto perpetrado por un grupo al Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Najayo-Hombres, supuestamente en busca de unos internos, como si se tratara de una escena de una narco-novela. Días después, Estalin Amarante Polanco, sub director del CCR-Najayo y Milciades Casanovas, agente penitenciario, perdieron la batalla contra la muerte. 

De manera casi simultánea, un interno de la cárcel La Victoria ultimó a tiros José Alberto Mena Batista (Gatillo Alegre), exmiembro de la Policía que también guardaba prisión. 

Cuando la sociedad se había repuesto de ese susto, el pasado lunes un joven sembró el pánico la estación Mauricio Báez, de la segunda línea del Metro, cuando incendió una mochila y lanzó al tercer vagón de uno de los trenes y luego huyó del lugar burlando la seguridad de ese masivo medio de transporte. Al menos 19 personas resultaron lesionadas, dos de ellos con quemaduras de gravedad. Las autoridades difundieron una foto a través de los medios de comunicación (fue capturada por las cámaras de seguridad) para poder dar con su paradero. 

Como si todo esto fuera poco, ayer martes, un grupo de hombres intentó secuestrar al empresario venezolano Luis Río Birla en el Hotel Holiday, ubicado en la avenida Abraham Lincoln, del Distrito Nacional. El abogado del empresario, César Peralta, explicó que su cliente había llegado al país el día anterior junto a varios empresarios venezolanos para seguir una litis judicial. 

Ayer mismo, la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y la Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana denunciaron un sabotaje a las líneas de transmisión de alta tensión de 138 kilovoltios, perpetrado por desconocidos con el objetivo de hacer caer el Sistema Eléctrico Nacional Interconectado. Esa acción afectó a 14 torres que soportan las líneas 138 KV Julio Sauri-Pizarrete, localizadas en el municipio de Yaguate, provincia San Cristóbal. 

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