Miguel Vargas Maldonado dijo ayer que mientras en las últimas décadas los gobiernos han agigantado los presupuestos de la nación, en la mayoría de las provincias no se hacen inversiones que promuevan el desarrollo social y humano.El presidente y candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) resaltó el acentuado contraste que existe entre el sostenido crecimiento vegetativo de la economía nacional, empujado por los sectores productivos y la baja y mala calidad de la inversión que hacen los gobiernos a favor del desarrollo de las provincias. Puso de ejemplo la provincia La Altagracia, que visitó este fin de semana, que dijo constituye una clara evidencia del desequilibrio y la mala calidad de las inversiones hechas por los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana.
“Es injustificable desde cualquier punto de vista, que siendo la gente, las tierras y las playas de La Altagracia, una de las provincias que mayores aportes hace por vía del turismo al producto interno bruto, no cuenten con un acueducto, un buen hospital público ni una planta de tratamiento de aguas negras”, expresó.
Advirtió que sólo la falta de buen sentido con que deben ser invertidos los recursos que la gente paga de impuestos, explican las carencias de La Altagracia, incluyendo la situación del acueducto Higüey-Bávaro, con más de 8 años en construcción, que daría servicio a los higüeyanos y a la gran cantidad de turistas que visitan La Basílica y los resorts.
El candidato presidencial perredeísta explicó que en reuniones sostenidas este fin de semana con directivos de la Comisión Civil de Desarrollo Provincial, incluyendo a su presidente Darío Yunes, y con la Asociación para el Desarrollo de La Altagracia, presidida por Pedro Pilier Reyes, pudo conocer y hacer suya una serie de reclamos y propuestas de los representantes de la sociedad civil organizada de esa pujante provincia. En declaraciones ofrecidas en Higüey, en la residencia de Juan Caraballo, dirigente perredeísta y desarrollador en el sector de la construcción, Miguel dijo que el PRD se caracteriza por hacer una oposición constructiva, sin confrontaciones ni ataques personales, pero vigilante de que las autoridades cumplan sus responsabilidades.
