El tema de la inmortalidad se encuentra en la agenda de Aramis Ramírez. El antesalista lleva un tiempo acariciando esa idea y sus más cercanos colaboradores no dejan de hablarle del tema. Eso es más que suficiente para que haga los cálculos de rigor sobre lo que necesita para obtener los números que le permitirían obtener el máximo honor de cualquier deporte.
“El Salón de la Fama está a mi alcance”, dice Ramírez a elCaribe. “Son muchas las veces que mis amigos me hacen referencia sobre eso, mi agente me ha dicho muchas veces que lo puedo lograr, así que llevo un tiempo pensando que puedo”, agrega el antesalista.
Tanto Aramis como Milwaukee acordaron ejercer la opción mutua por 14 millones de dólares para la venidera temporada de las Mayores. Si una de las partes declinaba, se caía el pacto, pero ambos bandos unificaron criterios para un año más de vínculo laboral.
“Mis números no son malos y creo que puedo sumar un poco más”, señala el educado jugador, quien ofreció detalles de las estadísticas que amerita completar para ser un candidato de posibilidades en el nicho de los inmortales.
¿Y te sabes tus números? “¡Claro!”, dice enfáticamente. “Todo el pelotero se los sabe, el pelotero que te dice que no se los sabe te habla mentiras porque ahí está el registro de lo que has hecho. Debo dar 31 cuadrangulares para llegar a los 400 jonrones y 36 dobles para llegar a los 500”, agrega con certeza.
En su carrera de 17 temporadas en las Mayores, Ramírez cuenta con 369 jonrones, 464 dobles y 1,342 remolcadas. Ha disparado 2,186 imparables y su promedio de bateo es de .285. Superar los 400 cuadrangulares, los 500 dobles y las 1,500 impulsadas habla de una buena hoja de servicio en el mejor béisbol del mundo.
“No sé si el año que viene pueda completar ambas, pero uno nunca sabe. Si estoy en salud puedo producir”, dice Ramírez. La pasada campaña, en 133 partidos, pegó 15 cuadrangulares, 23 dobles y remolcó 66 vueltas.
El ganador del premio Hank Aaron en 2008 y del Bate de Plata en la tercera base en 2011 no pronostica una campaña de 30 cuadrangulares para 2015.
“No es tan fácil. El juego ha cambiado. El pitcheo está demasiado fuerte. En la Liga Nacional solo tres jugadores dieron 30 o más. Eso te dice la calidad de los lanzadores y la cantidad de brazos jóvenes que dominan en estos días”, dice.
Lo que le falta
Para la venidera estación, Aramis jugará con 37 años, lo que le indujo a pensar que sus contratos sean año por año.
“Si me va bien, pues entonces pensamos en una temporada más, de lo contrario, no pretendo pasar vergüenza”, dice con claridad meridiana el educado jugador, quien tiene las herramientas para ser comentarista deportivo en su retiro.
Ramírez, quien debutó en 1998 con los Piratas de Pittsburgh y ha ganado 133 millones de dólares en su paso por el negocio, espera que los Cerveceros de
Milwaukee puedan llegar hasta el final en la próxima campaña y obtener lo único que entiende que le hace falta por compilar en el juego.
“Solo me falta un anillo. He ido al Juego de Estrellas, he ganado premios, he ido a postemporada, pero no a la Serie Mundial ni tampoco he ganado”, dice Ramírez. “Espero poder lograrlo antes de retirarme. Eso es lo principal, se juega para ganar. Nada se compara con levantar el trofeo de campeón”, expresa.
