Bernard Hopkins, leyenda viva del boxeo mundial, fue vapuleado la madrugada de este domingo. Su verdugo: El ruso Sergey Kovalev.El pugilista ruso ratificó su condición de invicto (26-0, 23 nocauts) y se convirtió en campeón absoluto de los semipesados (175 libras). La pelea, montada en un coliseo de Atlantic Ciy -del estado de New Jersey, Estados Unidos- resultó cómoda para Kovalev, quien ahora es el monarca semicompleto de la Asociación Mundial de Boxeo, Federación Internacional de Boxeo y Organización Mundial de Boxeo.
El pleito, que fue transmitido por el canal SPACE, de Argentina y visto en varios lugares de República Dominicana, parecía que terminaba pronto. Y es que en el primer asalto Kovalev, con una poderosa combinación (gancho y recto), depositó en la lona a Hopkins quien, sin embargo, logró recuperarse…¡el toque de la campana quizás lo salvó de no perder por la vía rápida!
Decisión unánime
La decisión a favor del peleador de Rusia fue unánime y abultada. Los tres jueces apuntaron en sus cartulinas así: 120-107, 120-107 y 120-106.1. La tarjeta de este periodista marcó 119-107, amplia, también a favor de Kovalev. Como se reseñó en elCaribe en la víspera del combate, y también plasmado en la columna Cuadrilátero escrita por este periodista, Hopkins, en su riña con Kovalev, se arriesgaba a un serio peligro al tiempo de que no tenía posibilidad de salir airoso.
En todos los asaltos siempre hubo un solo hombre encima del cuadrilátero: Kovalev, quien tuvo al borde del nocaut a Hopkins quien, no obstante, demostró mucho pundonor para irse a casa sin terminar las acciones antes del límite de los 12 rounds. Hopkins, quien el 15 de enero cumplirá 50 años, casi 19 años mayor que su rival, soportó estoicamente las embestidas del ruso.
Muchos golpes al final de la pelea
En el round 12 (último de la pelea) Kovalev casi noquea a su enemigo. Descargó una lluvia de puños que hizo tambalear al estadounidense nacido en Filadelfia. Restando apenas ocho segundos para concluir el combate, Hokpins, tras recibir una recia ofensiva, casi besa la lona… se fue tambaleando hacia su esquina, mientras Kovalev le iba encima con la furia del nocaut.
