Santiago. En medio de peticiones de que sea canonizado, fueron sepultados en la cripta de los obispos de la catedral Santiago Apóstol, los restos del arzobispo emérito Juan Antonio Flores Santana.
De la misa presidida por el arzobispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio, participó el nuncio apostólico Thaddeus Okolo y varios de los obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano, quienes destacaron la fecunda labor pastoral de Flores Santana.
La homilía estuvo a cargo del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien destacó la labor sacerdotal desarrollada por Flores Santana en La Vega, donde fue fundador de la Universidad Ucateci; el Seminario Menor Santo Cura de Ars y varias parroquias. “Fue un excelente sacerdote y un mejor obispo”.
El canciller del Arzobispado de Santiago William Arias leyó el testamento de Flores Santana, en el que no deja casas, ni automóviles, ni cuentas bancarias, solo libros y autorizó a distribuirlos de la manera que la Iglesia considere conveniente. También fue su voluntad tener unas exequias sencillas.
En horas de la mañana, durante la eucaristía oficiada por monseñor Agripino Núñez Collado, el expresidente Hipólito Mejía calificó a Flores Santana como un hombre excepcional. Mejía, quien fue monaguillo desde 1953 hasta el 1955 del entonces sacerdote en la iglesia San Bartolomé de Gurabo, consideró que más que beatificarlo, debería ser declarado el primer santo dominicano.
De su lado, la Primera Dama, Cándida Montilla de Medina, quien se definió como una discípula de monseñor Flores Santana, dijo que se debía dar gracias a Dios por su permanencia. Montilla de Medina recordó que trabajó junto al sacerdote en la escuela de evangelización Emiliano Tardif.
Los familiares de Flores Santana, quien murió el pasado domingo a los 87 años, agradecieron la solidaridad de sacerdotes y el pueblo en general, mientras, la alcaldía local y el Concejo Edilicio declararon el día de ayer como de Duelo Municipal.
