De acuerdo a los datos recientes de las más reconocidas firmas encuestadoras, la mayoría de los dominicanos favorece una repostulación del presidente Danilo Medina. En la Gallup de septiembre, por ejemplo, 65.7% apoya una reforma constitucional para permitir nueva vez la reelección presidencial y el 54.2% afirmó que le gustaría que Medina siga siendo el presidente en el periodo que inicia en el 2016. Mientras que en la Penn, Schoen & Berland publicada ayer esos números son aún más altos, puesto que el 77% dice estar de acuerdo con una reelección de Danilo Medina.
Esto causa pánico en el grupo de Leonel Fernández ya que hace tambalear el liderazgo inflado que tanto dinero costó, evidenciado también en que mientras su partido tiene una popularidad mayor al 50%, la del pasado Presidente como figura es de apenas 31%, lo que confirma que su partido no es popular por él, sino a pesar de él, y que si hoy el PLD goza de una mayoría es únicamente por la alta simpatía y apoyo del que goza Danilo Medina, incluso de parte de tradicionales opositores y dirigentes de otros partidos.
A pesar de lo anterior y de una voluntad popular que se pone de manifiesto con relativa frecuencia en espacios públicos para pedirle al presidente que se quede más allá del 2016, el análisis de los escenarios posibles hacen improbable lograr reinstaurar en la Constitución la figura de la reelección consecutiva. Esto así, porque tanto para pasar una reforma constitucional como para pasar una ley que regule el referendo aprobatorio, que tendría que ser una ley orgánica, se requieren las dos terceras partes de la aprobación de ambas cámaras legislativas, y aunque quizás en la Cámara de Diputados se podría lograr un pacto político basado en realidades y a favor de un deseo colectivo, en el Senado, donde la mayoría se cree que los vientos soplan, el “tranque” es inevitable.
Ante este panorama, la ruta ideal para los dominicanos, la que dinamizaría las cosas, encarnaría el cambio y a su vez probablemente garantizaría para el 2020 el retorno de este presidente tan valorado, sin dudas es la alternancia.
Restablecer en el poder a quienes tienen poco que ofrecer porque no pueden asegurar que harán ahora lo que no hicieron en otros periodos no debe ser siquiera una opción en una sociedad que evoluciona.
En términos llanos, parece que no podrá ser Danilo, pero claramente no deberían ser ni Hipólito ni Leonel.
