Cindy Sosa: Muchas cosas no funcionan en RD a nivel de danza

Cindy Sosa es una profesional de la danza consciente de la importancia de la formación temprana. Por eso, no escatima esfuerzos en hacer esto una realidad.

Cindy Sosa es una profesional de la danza consciente de la importancia de la formación temprana. Por eso, no escatima esfuerzos en hacer esto una realidad.Sus primeros pasos en este mundo los aprendió junto a Norma García, en la ciudad de Santiago. Trasladarse a Santo Domingo la llevó hasta donde Juan Fidel Mieses. Allí se formó en ejecución fundamental o performance, época en la que era su única alumna, convirtiéndose así, prácticamente, en su pupila. A pesar de que inició en ballet clásico, el transcurrir de los años la ha dirigido a lo contemporáneo. “Mi físico me permite un mayor desempeño en este género.
Soy muy creativa, me gusta mucho la composición coreográfica, y la danza contemporánea me da mucho más libertad para eso”, explica Cindy, quien estudió Coreografía e Interpretación de la Danza en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, España, un máster en Artes Escénicas y ya tiene en agenda su doctorado, que si se da la oportunidad tratará el tema de nuestro folclor.

La experiencia de vivir en el extranjero le ha abierto los ojos para entender que, como en todas partes, cada bailarín es único, pero está clara de que la competencia local no es muy reñida; muestra de ello es que siempre llaman al mismo grupo, explica. “De ahí que, como sabes que te van a llamar, no te esfuerzas por ser mejor. Das por hecho de que eres necesario. Pero en Estados Unidos y Europa no es así. Vas, y si no das la talla, llegas cinco minutos tarde, o se te ocurre subir la pierna cinco grados más de lo estipulado, prescinden de ti.
Es entonces cuando te pones las pilas y trabajas con la conciencia de ser cada vez mejor; tienes un reto contigo y con todos los que tienen tu perfil”, enfatiza.

En la actualidad, la también ex bailarina del Ballet Nacional Dominicano, creó bajo su responsabilidad, y gracias al Estado dominicano, amparado en el Sistema Nacional de Formación Artística, un programa de formación escénica a través de la danza, donde tiene a su cargo alrededor de 80 niñas de distintas edades. “Al momento, es lo que más me llena de gratificación y de vida. Es la razón por la cual todos los días me digo a mí misma, levántate, tienes que hacerlo”, expresa.

Esta iniciativa la integran dos grupos de danza clásica y otros dos de contemporánea, concebidos como un filtro para ingresar a la Escuela Nacional de Danza. “Les enseñamos, a modo de iniciación, lo fundamental, incluso, el programa incluye la elaboración de su propio vestuario y diseño del plano de luces; tienen que saber todo lo que se mueve en el escenario. Como bien indica el nombre del programa, es una entrada al mundo de las artes escenificas a través de la danza. Si no son bailarinas, son vestuaristas, encargadas de escenografía, de luces… algo terminan sabiendo hacer”, nos cuenta entusiasmada su directora, quien con esta propuesta busca rescatar a niñas que por una u otra razón, principalmente económica, no se les ha brindado la oportunidad de formarse; romper el tabú de que tienen que vivir de un hombre para ser alguien en la vida, o en el peor de los casos, quedar embarazadas a destiempo para salir de sus hogares; que tengan la visión de un futuro promisorio. “Este grupo me ha dado la oportunidad de convertirme en una súper mujer, me he vuelto más hábil. Involucrarme con ellas emocionalmente me ha llevado a dar lo mejor de mí”, dice con gusto.

Su esfuerzo por dar a conocer el trabajo realizado por estas niñas la llevó a organizar el pasado miércoles 11 de noviembre el espectáculo “Bailemos”, en el Centro Cultural Narciso González de Villa Juana, donde junto a otros grupos, en una función gratuita, llevaron la danza al pueblo con la finalidad de educar al público.

Sosa es una joven artista muy crítica. Considera que “muchas cosas no están funcionando en el país a nivel de danza, por falta de dirección; sin embargo, cree que se están haciendo cosas buenas, por ejemplo, en la Escuela Nacional de Danza. 

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