Carmelo Anthony y J.R. Smith anotaron 28 puntos cada uno para ayudar a los Knicks de Nueva York a romper una racha de siete derrotas en fila con un triunfo ayer por 109-93 sobre los Nuggets de Denver.
Aaron Afflalo aportó 18 puntos y Ty Lawson sumó 17 unidades y nueve asistencias por los Nuggets, que han perdido siete de sus últimos ocho juegos. Kenneth Faried añadió 16 tantos.
Samuel Dalembert terminó con ocho puntos y ocho rebotes por Nueva York, que había ganado por última vez el 2 de noviembre en un duelo con Charlotte.
Perdiendo por 25 puntos después de que un tiro de campo de Anthony colocara la pizarra 79-54 a favor de los Knicks a 5:36 minutos del final del tercer cuarto, Denver inició una racha de 25-10 que coronó con una jugada de tres puntos de Nate Robinson que puso el marcador 89-80 con 8:55 minutos por jugar.
Pero Nueva York tomó una ventaja definitiva con su propia serie de 13-3 a la ofensiva.
Pedido de Rivers
El equipo de Los Ángeles Clippers que se pudo ver el sábado en la victoria ante Phoenix Suns (120-107) se parece más al concepto que el coach de los angelinos, Doc Rivers, quiere implementar.
Sus pupilos fueron un torbellino ofensivo que aniquiló las esperanzas de los Suns con 42 puntos y un trabajo ofensivo imponente capitaneado por Chris Paul (32 puntos y nueve asistencias). Fue eso precisamente lo que inquietó a Rivers, y es que su pretensión es que juegue con la misma intensidad que mostró frente a los Suns en los demás partidos.
“Sé que no lo hará en cada partido, pero a veces quiero que sea un jugador más agresivo, como fue hoy (el sábado). Se lo dije cuando comenzó la temporada. Es un tipo de armador al que le cuesta hacer eso. Cuando está agresivo, somos un equipo de baloncesto más peligroso”, afirmó el veterano dirigente Rivers a Espndeportes.com.
