Cuando los 411 hacen daño

Se ha convertido en una tendencia llamar a Juan Francisco “Mister 411”. Razones hay de sobra para tildar así al único mortal que la ha sacado a su antojo por el conocido paredón del Estadio Quisqueya. Pero parece que ese “Mister…

Se ha convertido en una tendencia llamar a Juan Francisco “Mister 411”. Razones hay de sobra para tildar así al único mortal que la ha sacado a su antojo por el conocido paredón del Estadio Quisqueya.

Pero parece que ese “Mister 411” hace más daño que bien.

Los jonrones son buenos, excelentes, pero el designado del Licey recibe una especie de pasaporte de la crítica invernal con cada planazo que dispara. Entre uno y el otro (lleva 4), la constante son muchos ponches y pobre rendimiento.

Francisco comenzó la jornada de ayer bateando .224 y cerró en .216. Tiene en general 21 ponches y 10 bases por bolas en 51 turnos con unos Tigres que ayer fueron vapuleados por el Escogido.

Nadie la ha sacado en cada turno. Está claro que Francisco es otro bateador cuando le deja las malas al receptor y se concentra en los pitcheos buenos.

El sábado, con un Raúl Valdés que estuvo dibujando con los Toros, recibió tres ponches. Valdés maniató al poderoso zurdo y en ocasiones lo vi lanzarle su bola rápida, que no pasa de 84 millas por hora. Es una de esas tantas veces que David vence a Goliat.

Los grandes, Barry Bonds, Albert Pujols, Manny Ramírez, David Ortiz y Julio Franco, entre otros, han dado un strike. Siempre esperando a ver qué trae el pitcher. Muchas veces he visto a Juan comprando en 3-0 y luego termina ponchado.

No puede pasar por alto que juega en el Quisqueya y que vale más una base por bolas o un contacto que al menos mueva al corredor que un ponche por el simple hecho de pensar en la pared o en los 411.

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