El superintendente de Salud y Riesgos Laborales, Fernando Caamaño, abogó ayer porque el Ministerio de Salud fije una tarifa única a fin de regular el pago de diferencias que de manera discrecional aplican médicos y prestadores de salud a los asegurados del régimen contributivo.
Sostuvo que con este cobro se causa un daño terrible al presupuesto de la cartera de asegurados, cuyos salarios, en más del 80%, son inferiores a los RD$20 mil.Afirmó que otra manera de regular estos cobros aplicados a servicios y procedimientos es a través de la colocación de impresoras fiscales por parte de la Dirección de Impuestos Internos, para que los médicos se vean obligados a declarar lo que cobran a los pacientes.
Aunque dice que no critica que los galenos después de pasar varios años de estudio aspiren a ingresos adecuados, no es posible que la Seguridad Social tenga que pagar sus expectativas individuales con diferencias excesivas.
“Reiteramos, las diferencias no deberían existir para los que están afiliados a la Seguridad Social pero eso sólo se va a lograr si el Ministerio de Salud y su nueva Red Única fija tarifas a procedimientos y servicios de manera correcta, racional y que no quiebren al sector”.Caamaño agregó además que eliminar el copago en las condiciones actuales provocaría un desequilibrio financiero.
De inmediato, el presidente de la Asociación de Clínicas Privadas (Andeclip), Rafael Mena Castro, rechazó la propuesta y señaló que esas regulaciones deberían aplicarse a centros como la Plaza de la Salud, Cedimat, y todos los patronatos que se sostienen con fondos del Estado. Dijo que los consultorios operan como empresas particulares dentro de las clínicas por lo que no pueden obligar a los médicos a cobrar una tarifa única.
“No estoy de acuerdo con eso, porque es un asunto entre el médico y el paciente (…) Yo quiero que usted me diga qué se compra en una sociedad capitalista que no sea con cuartos en el bolsillo, dígame una, nada”, dijo.
