EL IIBI impulsa la calidad en el mercado criollo

Aplicar la tecnología a productos agroindustriales y farmacéuticos para transformalos en un potencial comercial y hacer de humildes productores grandes competidores, es la misión del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria.

Aplicar la tecnología a productos agroindustriales y farmacéuticos para transformalos en un potencial comercial y hacer de humildes productores grandes competidores, es la misión del Instituto de Innovación en Biotecnología e Industria.Aunque es un organismo autónomo, el IIBI está adscrito al Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología. Desde su creación en el año 2005, trabaja en la realización de investigaciones, y en la búsqueda de transformar productos y agregarles valor.

Para este instituto de Innovación, lo más importantes es capacitar a personas de escasos recursos,que luchan por desarrollar y expandir lo que producen al competitivo mercado nacional e internacional, así como brindar servicios de laboratorios al sector empresarial.

Cecilia Morel sólo tiene 18 años, y nos cuenta su testimonio de cómo un proyecto de bachillerato se convirtió en su sueños, que luego lo materializó gracias al apoyo del IBBI. “Mi jalea capilar cacera, el IIBI la convirtió en una línea completa de pelo, y ya la estoy vendiendo, El IBBI me abrió las puertas y se las abrirá a todo aquel que quiera emprender”.

Por su parte, la directora de dicho Instituto, Bernarda Castillo, nos habló de la importancia de aplicar Biotecnología a todo lo que tiene vida. Precisó que en la actualidad se encuentran dando seguimiento a las visitas del presidente.

Mencionó con notada emoción, que la entidad que dirige participó directamente, con los productores de aceite de orégano en la comunidad los Memisos, Nagua. Así, también, jugó un papel importante en la profesionalización del trabajo de las productoras de vinos de maguey y cerezas, en Hato Mayor.

“Nosotros enseñamos las técnicas acompañadas de la innovación a estos productores, y ellos desde sus lugares seguirán desarrollándolas”, precisó Castillo, quien entiende que el comercio exige productos industrializados.
“Nosotros sabemos que es emprendedurismo”, recalcó.

Tecnología al servicio del país

El IIBI cuenta con un personal técnico de 50 químicos que trabajan en las áreas de la biotecnología aplicada al medio ambiente, a la industrial, a la farmacéutica, al área vegetal y la bioenergía.

En relación al área medioambiental, la directora del IIBI dijo que se encuentran en Haina, lugar conocido por la alta contaminación inmerso en un proyecto donde se trabaja con la biorremediación del suelo, acción que consiste en utilizar la planta de guandul, para extraer el plomo, elemento tóxico y propio del lugar. Dicho proyecto es financiado por el Fondocyd, el MESCT.

Mientras que en la Biotecnología industrial, se dedican a agregar valor a todos los productos del agro. Por ejemplo; cuando hay una producción grande de frutas y se corre el riesgo de perderse. Allí las deshidratan, además, las convierten en néctares y mermeladas.

En la farmacéutica, aprovechan las plantas medicinales para la elaboración de jarabes y pastillas. En tanto que en el área médica trabajan con la prevención de enfermedades, estudiando las causas que inciden a nivel genético de algunas enfermedades.

El IIBI cuenta, además, con el Centro de Biotecnología Vegetal, ubicado en el distrito municipal de Pantoja, especializado en el cultivo in vitro, que consiste en multiplicar de forma masiva las plantas, a través de su tejido meristemático.

Según la directora del Instituto, posteriormente, estas plantas son facilitadas a los productores del país.

Ha sido precursor de la industrialización local

Una de las área pilares del Instituto es el servicio de laboratorios de analíticas al sector empresarial. Los mismos determinan, por ejemplo, cuál es el estado y la composición química del agua o la leche. También se encargan de verificar los productos entes de exportarlos. Las fórmulas para tratar los productos, en ocasiones la trabajan con empresas , mediante un contrato, en el que éstas se comprometen a pagar al IIBI un porcentaje de las ganancias obtenidas, y otras veces, la traspasan para que estos las desarrollen . De los productos previamente tratados por el Instituto se pueden encontrar en el mercado productos de belleza tales como: champú, geles, así como los comestibles: bizcocho de harinas alternativas que se logra utilizando la batata, plátano, de yuca, entre otras. El primer mabí se investigó en dicha área. Además , presume de ser creador de las primeras pasas dominicanas hechas con uvas de Neiba. En estos momentos se encuentra en el proceso de elaboración de chocolates que puedan competir con los importados. Según la directora, Bernarda Castillo, del IIBI, los laboratorios están certificados y acreditados por el Ente Costarricense de Acreditación (ECA) y otras agencias de renombres que inspeccionan la calidad de los laboratorios. 

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