La diferencia entre resfriado y gripe

Por lo general, los resfriados se curan solos, sin consecuencia alguna, pero también hay gripes cuyos síntomas son más fuertes y necesitan una ayuda adicional para nuestros niños.

Por lo general, los resfriados se curan solos, sin consecuencia alguna, pero también hay gripes cuyos síntomas son más fuertes y necesitan una ayuda adicional para nuestros niños. La fiebre es el principal motivo de consulta pediátrica, ya que genera mucha angustia en los padres y, por lo regular, cuando un niño está enfermo, no es sino hasta que aparece la fiebre cuando se piensa que el problema amerita tratamiento especializado, ya que su origen puede ser una infección.

En ocasiones es confuso identificar cuándo estamos hablando de un resfriado o cuándo se trata de una gripe. ¿Cómo diferenciarlos? Bueno… el resfriado tiene una aparición gradual, puede presentarse en ausencia de fiebre o mostrar un cuadro de fiebre leve. Causa un cansancio moderado, congestión nasal y en ocasiones tos leve y dolor de garganta. Mientras que una gripe presenta una fiebre fuerte que puede alcanzar los 38 grados o más, produce un cansancio extremo, puede presentar congestión nasal y secreciones. Acostumbra acompañarse de tos seca y dolor de garganta y produce marcados dolores y escalofríos. En algunos casos, puede presentar cuadros de vómito y diarrea.

Los analgésicos son la forma más efectiva de ayudar a bajar la fiebre y aliviar dolores y malestares leves. El acetaminofén, es el componente activo que está presente en el Tylenol infantil, un analgésico diseñado especialmente para los niños. El acetaminofén es usual como tratamiento para el dolor y es eficaz y seguro contra los síntomas de fiebre y dolor en enfermedades como la gripe, el resfriado y el dengue. Al utilizar analgésicos es relevante conocer la dosis correcta, según el peso y la edad del niño. 

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