La vida y obra del general Gregorio Luperón, Héroe Nacional y gestor de la Restauración, y quien fuera presidente provisional de la República, es expuesta en la casa museo erigida en su honor, en la calle 12 de Julio de esta ciudad que lo vio nacer.La Casa Museo General Gregorio Luperón, que también posee un compendio del estilo de vida del siglo XIX, es una entidad de origen cultural, cuyos fundamentos primarios son destacar la figura del que fuera militar y político ejemplar, y constante luchador por la libertad del país, luego de ser anexada a la colonia española. Está ubicado justo al frente de la que fuera su vivienda, donde tenía su casa de comercio, y el hogar que construyera para su hija Luisa, en el segundo nivel, y donde pasó sus últimos días.
El museo es un proyecto que surge a partir de la década de los 90, ideado por un grupo de historiadores y ciudadanos interesados en la figura de Luperón. Se aprobó en el 2005 en el gobierno de Leonel Fernández, pero fue el ocho de junio de 2012 que se da por inaugurado. Finalmente, el 8 de septiembre de ese año, fecha del aniversario de Luperón, es cuando se le dio apertura formal, ya que el personal estaba preparándose, de acuerdo a lo informado por Allen Campos, curador del museo.
Las instalaciones del museo son una réplica de la que fuera su casa de comercio y el hogar de su hija, ya que la casa original no aguantaba una restauración, debido al avanzado estado de deterioro en que se encontraba, según explicó Campos, ya que no era rentable restaurarla, pero se mantiene el estilo y la fachada original. Se le agregó el patio y el área de recreación, y el segundo nivel se modificó.
La Casa Museo General Gregorio Lupéron está compuesto por diferentes salas, que van de acuerdo a las etapas de la vida de Luperón, como su infancia y juventud, luego pasa a la sala restauradora, la guerra, sus viajes a Europa y su gobierno.
En la sala uno, ubicada en la entrada, se puede apreciar la vestimenta típica de aquel entonces, y más adelante se recrea una cocina, ya que la familia de Luperón era de escasos recursos y dependían de esta como medio de subsistencia. Aquí se aprecian elementos típicos que se usaban en la época como el carbón, la cuaba, vasos para el agua, teteras de biberón, pilón de majar café y arroz, coladora de café, cuchara de madera y molinillo, entre otros. “En la sala dos se aprecia lo que fue su juventud, porque Luperón a los 14 años ya trabajaba. Se hace una representación de un bosque porque él trabajaba en los cortes de madera en Jamao. Esos libros muestran un poco de lo que fue el aprendizaje de Luperón, ya que en la hacienda de Pedro Dubocq, donde él trabajaba, tenía una biblioteca donde se hizo autodidacta y aprendió el arte de la medicina y todo lo relacionado a cuidar heridas, ya que como capataz se hacía cargo de curar a los empleados cuando se hacían alguna herida durante sus labores”, precisa Campos.
En otra de las salas se puede apreciar todo lo relacionado a la anexión a España, encabezada por Pedro Santana, con cuya acción privó al país de la libertad. Además, en esta sala se hace una recreación de lo que es la estatua ecuestre que se encuentra en la puntilla del malecón, que está al final de la Fortaleza San Felipe.
“En la estatua se hace una representación, ya que es un emblema tanto de Luperón como de Puerto Plata. De Luperón en batalla, no se relaciona con el tema que siempre menciona, se dice que cuando en la estatua ecuestre el caballo se encuentra con las patas levantadas el héroe murió en batalla, y cuando la tiene reposada en el piso es porque murió por enfermedad o muerte natural. En este caso Luperón sí muere de enfermedad, no corresponde, pero lo que se hace es una representación de Luperón en batalla para darle más heroísmo a su figura, y realmente se lo merece”, precisa Campos.
Ya en la sala que recrea la Restauración se pueden ver los utensilios que se utilizaban en la batalla, como son los sables, las bayonetas y machetes. Campos relata que en aquel entonces la preparación para ir a batalla duraba desde un mes a un año.
Sala interactiva
Otro espacio del museo es la sala interactiva, donde cada uno de los personajes, empezando por Luperón, dan testimonio de lo que fue su participación en la gesta restauradora. “El visitante se coloca un audífono y escucha la historia. Aquí están los principales personajes, mucha gente se pregunta por qué Pedro Santana está ahí, pero sin él no hubiese habido anexión. Cada quien narra su participación de una manera detallada en lo que fue la gesta restauradora”, precisa campos.
Conferencias y reuniones
En el segundo nivel hay un salón multiuso, para conferencias y reuniones, así como las oficinas administrativas. En este se trata la historia de los diferentes gobiernos después de la Restauración, como el de José María Cabral, Buena Ventura Báez y el Triunvirato de Luperón, Pimentel y García.
“Nos va relatando los diferentes gobiernos que pasaron, imágenes de personajes de la época que fueron influyentes, además fotos de las principales calles de Puerto Plata, como la Beller, Fortaleza San Felipe como era originalmente”, precisa Campos, al tiempo de informar que en una de las vitrinas hay elementos que pertenecieron a la familia de Luperón y otros que no, pero que sí son originales de la época.
Otra sala representa la vestimenta de la época en Francia, en alusión a los múltiples viajes a Europa, con los cuales dinamizó el comercio con las naciones europeas.
Un piano original de la época está dispuesto en una de las salas del segundo nivel, en honor a Luisa, la hija de Luperón, quien era profesora de piano. Aquí hacen recitales de piano para los aniversarios de Luperón y otras fechas patrias.
Gobierno provisional
Aquí relata también lo que fue el gobierno provisional de Luperón, quien había sido propuesto en cuatro ocasiones y nunca aceptó, pero cuando el presidente de entonces cayó enfermo no le quedó más que aceptar. “Y una de sus condiciones para aceptarlo era que iba a gobernar desde Puerto Plata, convirtiendo a Puerto Plata por primera vez en capital de la República. Durante sus once meses de gobierno, Luperón dinamizó la economía, hasta el punto de que prácticamente todo el dinero que se generaba entraba por Puerto Plata, gracias a las negociaciones que hizo en Europa. Además trabajó fuertemente la educación, trayendo al país a Eugenio María de Hostos, con quien formó la primera escuela.
Causa del exilio
Otra de las instalaciones de la casa museo es una sala que recrea el despacho presidencial de Ulises Heureaux, con muebles originales del despacho. Campos explica que aquí se recrea una conversación de cuando Luperón se acerca a Lilís para decirle que su forma de gobierno no es la adecuada ni correcta, por lo que entran en desacuerdo y Luperón se va del país, exiliándose en Saint Thomas, donde al pasar los años cae enfermo, alegadamente, por una mala práctica de una extracción molar que le causó un cáncer. “Fue el mismo Lilís personalmente, porque a pesar de sus diferencias eran amigos, quien se dirige a Saint Thomas y lo trae. Luperón viene acá y se dice que en esta misma sala muere”.
Poco apoyo
Actualmente el museo no es autosostenible, reciben un aporte de la Presidencia de la República que cubre los gastos fijos, como nómina, electricidad y otros.
“Estamos gestionando para ver si hacemos un acuerdo con el Ministerio de Turismo o los tour operadores para que los incluyan entre los lugares a visitar en los “city tours”, pero diariamente recibimos estudiantes de todos los puntos del país, desde Pedernales, La Vega, Moca y otros”, precisa el curador. El museo abrió sus puertas con una plantilla de 18 personas, y actualmente tiene siete, porque el dinero que reciben no cubre para mantener la plantilla que tenían, por lo que la redujeron a su mínima expresión.
