Las armas ilegales

El tráfico legal e ilegal de armas es uno de los negocios de mayor rentabilidad en el mundo.

El tráfico legal e ilegal de armas es uno de los negocios de mayor rentabilidad en el mundo. Con las mismas armas que se compran o se utilizan para defender, igual se ofende o se mata. Empresas y países intervienen en ese negocio, que es una de las causas más eficientes de muertes.

En el país algunas personas adquieren un arma de fuego con la idea de protegerse y pierden la vida a causa precisamente de ese instrumento. Hay criminales que se dedican a despojar armas. Generalmente, asesinan a sus víctimas, civiles, policías o militares.

La ley 36 de 1965 regula el porte y posesión de armas de fuego. Se podría decir que los requisitos para obtener una licencia de armas de fuego deben ser más restrictivos. También podría considerarse que el régimen de sanción para el porte ilegal debe ser revisado.

Sin embargo, lo más importante es la política del Estado de persecución de los delitos y de los crímenes y, junto a ello, un programa de seguimiento al tráfico y porte ilegal de armas. Ahí habría que considerar la fabricación ilegal y artesanal de estos instrumentos letales. En cualquier barrio o pueblo es común la posesión de chilenas que se utilizan para cometer delitos.

En esa perspectiva, satisface que la Procuraduría General de la República, el Ministerio de Interior y Policía y los órganos represivos activen la incautación de armas de fuego ilegales en manos de civiles, y que asimismo sean destruidas, como acaba de suceder.

Sin embargo, choca que alguna autoridad anuncie que los fiscales pedirán tres meses de prisión preventiva a quienes se les incauten armas ilegales. El artículo 49 de la ley 36 establece que “a los prevenidos o acusados de haber violado esta Ley no les será concedida la libertad provisional bajo fianza”.

Sencillamente, los jueces de la República, cuando el Ministerio Público y sus órganos auxiliares someten a violadores de la ley 36, sólo deben aplicarles el peso de la ley, especialmente, si hay reincidencia o violencia con saldo fatal.

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