La crisis política haitiana preocupa a sectores en RD

La agudización de la crisis política que vive la República haitiana, a raíz de la dimisión del primer ministro, Laurent Lamothe, comienza a generar preocupación en este lado de la isla por las repercusiones que pudiera tener en términos migratorios

La agudización de la crisis política que vive la República haitiana, a raíz de la dimisión del primer ministro, Laurent Lamothe, comienza a generar preocupación en este lado de la isla por las repercusiones que pudiera tener en términos migratorios y comerciales.Desde el pasado viernes, cuando todavía Lamothe no había presentado su renuncia, y el mercado binacional tuvo que ser suspendido por agresiones a comerciantes dominicanos, el Ministerio de Defensa ordenó el reforzamiento de la seguridad en la zona fronteriza, con la incorporación de 1,800 soldados. El ministro de Defensa, Máximo William Muñoz Delgado, aseguró a la prensa que la frontera está protegida, especialmente en esta temporada en la que muchos haitianos van a pasarse las navidades con sus familias.

Ayer el jurista Marino Vinicio Castillo advirtió que la inestabilidad de Haití podría ser peligrosa para el país, en vista de que allí convergen grupos criminales así como por la falta de organización de la clase política y de sus poderes públicos.

Mientras que, el excónsul general de Haití en el país y director ejecutivo de la Fundación Zile, Edwin Paraison, señala que en el plano técnico los trabajos de la Comisión Mixta Bilateral no deberían verse afectados por los cambios políticos que vive Haití y que si se quiere seguir avanzando en el diálogo se debería delegar en el canciller esa responsabilidad. “Así también se nivelará la dirección de ese espacio bilateral. Por otra parte, que en ambos países, se les permita a los responsables de la CMB mayores latitudes y tener un papel más activo”.

El diplomático, quien confiesa que siempre tuvo reservas sobre el papel del Primer Ministro como jefe de la delegación haitiana en el diálogo de alto nivel, sostiene que la persona que se delegue en el puesto tendrá que establecer como prioridad la crisis interna. Paraison sostiene que en lo inmediato no hay forma de medir las consecuencias de la actual crisis interna que sacude a Haití, salvo el mercado binacional de Dajabón que resultó afectado la semana pasada por manifestaciones en Ouanaminthe. “En momentos más complejos, incluso durante el embargo en 1994 o el terremoto en 2010, los intercambios comerciales se mantuvieron o se ampliaron”.

En cuanto a una posible estampida de inmigrantes haitianos hacia la República Dominicana, Paraison, entiende que la experiencia indica que tal avalancha solo puede darse en caso de amplios enfrentamientos entre grupos armados y la persecución de civiles opositores como consecuencia del establecimiento de un régimen represivo. “No es el caso. Por lo menos hasta ahora. Aunque haya que lamentar por lo menos tres víctimas en las últimas manifestaciones callejeras. Son actos de la Policía que no deben quedar impunes para evitar una degradación de la situación”.

Señala que hay quienes aspiran a que además de Lamothe, se produzca la salida del presidente Michel Martelly lo cual sería una situación sumamente compleja para Haití que pudiera afectar las inversiones y el turismo particularmente.

“Es necesario que se logre el equilibrio adecuado entre la presidencia y un nuevo gobierno que inspire confianza a todos. Lo prioritario es restablecer un ambiente de gobernabilidad y paz social que nos lleve a la organización de elecciones transparentes para la renovación del personal político y la juramentación de un jefe de Estado en mayo de 2016”, consideró.

Panorama complicado

La dimisión de Lamothe complica la situación política porque las nominaciones de un nuevo primer ministro requieren la aprobación del Parlamento, y no está claro que vaya a nominarse a alguien antes de que el Parlamento se disuelva en enero, indicó Michael Deibert, autor de “Notes from the Last Testament: The Struggle for Haiti” (Nota del último testamento: La lucha por Haití).

Señaló que Lamothe fue el tercer nominado por Martelly a primer ministro durante un proceso de selección.

“Sin un Parlamento funcional y sin primer ministro, me temo que podría haber un momento accidentado en enero”, comentó Deibert en una entrevista telefónica desde Cap-Haitien.

El autor advirtió que la inestabilidad política podría socavar la confianza en el gobierno y la confianza de la comunidad internacional en Haití en términos de inversiones. “Esa no es una imagen que Haití quiera ofrecer al mundo”, aseguró. 

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