El llorón

El funcionario quiso brillar en una reunión con el Presidente, atribuyendo todo lo malo que dice hay en la dependencia a su cargo a su antecesor, recibiendo un reproche suave y subliminal del mandatario, que le recordó –por si lo ha olvidado-…

El funcionario quiso brillar en una reunión con el Presidente, atribuyendo todo lo malo que dice hay en la dependencia a su cargo a su antecesor, recibiendo un reproche suave y subliminal del mandatario, que le recordó –por si lo ha olvidado- que “usted está ahí porque lo recomendó esa persona”, provocando su silencio inmediato. Al salir, el reprochado funcionario se puso ¡a llorar! (así mismito) en los pasillos de Palacio, repitiendo que “he sido desconsiderado, eso fue una humillación”… pero no renunció, como esperaban quienes vieron sus lágrimas…
Muy amena
Ahora que se han publicado unas nóminas añejas del Servicio Exterior, y que se está hablando tanto de las debilidades en esa área de la Administración, alguien me relató lo sucedido a los integrantes de un grupo de jóvenes estudiantes meritorios que viajó a una nación asiática becados para estudiar mandarín y al ser recibidos en la embajada dominicana correspondiente, la siempre muy amena titular de la legación, que reside en el mismo inmueble, apeló a una de las becarias para que “por favor, plánchame una blusa para verme bien en la foto”. ¡¿Qué cosa? ¿Eeeh…?!

Otra mejor aún

Otro relato, mejor aún, ocurrió en presencia del autor de esta columna hace algún tiempo. Varios periodistas visitaban una urbe norteamericana y visitaron el consulado dominicano para interactuar con quien era titular en ese momento, quien con mucha calidez recibió a los comunicadores, uno de los cuales requería hacer una llamada telefónica dentro de EE.UU. y solicitó un teléfono preguntando si podía llamar de larga distancia nacional, a lo que quien ocupaba la titularidad del consulado le respondió, como si nada: “Toma estos numeritos, que son un código, y puedes llamar del teléfono público que está en la plazita de ahí mismo, al lado, y hablar todo lo que tú quieras”. ¡Sooopla!, como decía el presidente Joaquín Balaguer para mostrar asombro por una que otra cosa…

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas