El anuncio de Hipólito Mejía de que aspirará de nuevo a la presidencia de la República empieza a definir el panorama político.La decisión del expresidente Hipólito Mejía de aspirar por cuarta vez a la candidatura presidencial en esta ocasión por el Partido Revolucionario Moderno (PRM) generó críticas de politólogos que afirman que su salida fraccionará al Partido Moderno, facilitará la permanencia del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en el poder y es una muestra de la permanencia del caudillismo en el escenario político.
Igualmente, hay quienes consideran que el anuncio “precipitado” de Mejía y su equipo de que optará de nuevo por la candidatura presidencial obedece a la proclamación de la candidatura de Luis Abinader por parte del Partido Humanista Dominicano (PHD) ante el temor de que se pudiese producir una “avalancha de apoyo de otros partidos minoritarios”.
El sector de Abinader afirmó hasta la forma del anuncio de las aspiraciones de Mejía demuestran que obedece al ascenso que ha tenido la candidatura del excandidato vicepresidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
El director de la campaña de Abinader, Tony Peña Guaba, afirmó que “fue la lluvia de apoyos” que tiene Abinader tanto dentro como fuera del PRM lo que provocó que Mejía adelantara el anuncio.
En tanto, la politóloga Rosario Espinal afirmó que las aspiraciones de Mejía facilitarán la permanencia del PLD en el poder y que además es una muestra del caudillismo político en el país. El analista político Freddy Ángel Castro advirtió que la competencia por la candidatura entre Mejía y Abinader provocará una crisis a lo interno del PRM y fragmentará más la oposición política.
“Desde el punto de vista del análisis político, es la continuidad del caudillismo en la vida política del país, los políticos dominicanos nunca se retiran y además va a plantear una agudización de la crisis del proyecto electoral del PRM y eso todavía no se puede considerar un partido”, dijo Castro.
