Proyecto del padre Rogelio construye casas a 327 familias

La Vega. El proyecto de viviendas de interés social “Las Casitas de la Virgen”, que hace cinco años inició el sacerdote Rogelio Cruz en el barrio María Auxiliadora de este municipio, comienza a expandirse.

La Vega. El proyecto de viviendas de interés social “Las Casitas de la Virgen”, que hace cinco años inició el sacerdote Rogelio Cruz en el barrio María Auxiliadora de este municipio, comienza a expandirse.Lo que en principio fue un sueño, de cambiar la cara a casuchas a punto de desplomarse, construidas hasta con hojalatas, hoy es una realidad debido a la colaboración de diversos sectores y la labor social del religioso.

En total ya van 327 casas construidas o reconstruidas en comunidades de La Vega, Moca, Villa Riva y Arenoso en la provincia Duarte. En La Vega han logrado expandirse hasta los sectores Pontón, La Joya y Las Carmelitas. También fueron levantadas otras seis en la comunidad de Manabao, en el municipio de Jarabacoa. En Villa Riva han sido construidas 22 casas, en Moca tres y doce en Arenoso. El sacerdote Rogelio Cruz dice que ha asumido en cuerpo y alma este proyecto, que en principio recibió apoyo de empresarios como Manuel Arsenio Ureña.

Iniciativa

Sostuvo que la iniciativa surgió con la intención de celebrar de manera social los 50 años de la fundación de la parroquia que lleva el nombre del mismo barrio, María Auxiliadora. El objetivo es reducir el déficit habitacional y dignificar la forma de vida de las familias del sector, debido a que en su mayoría eran personas que vivían en condiciones precarias y hasta en pobreza extrema. El único compromiso es que los beneficiarios participen en la construcción de sus hogares, levantados en cemento y madera.

Con la integración de la comunidad ha logrado reducir los costos que son de aproximadamente 300 mil pesos. La edificación es construida en 42 metros de terreno.

Entre los beneficiados está Cristina Mateo, quien asegura que al mejorar las condiciones con un hogar decente, ahora puede criar una familia con dignidad.

“Antes no nos sacaban por los boquetes. Porque Dios nos cuidaba, ahora vivimos como la gente”, expresó Cristina Mateo. De ser una casucha de hojalata y trozos de madera, ahora es una modesta vivienda en la que vive junto a una hija y dos de sus nietos. 

Sacerdote también entrega juguetes

El proyecto no solo se limita a trabajar con los comunitarios, sino que busca cambiar la vida de los niños. En la mañana del domingo, el cura católico entregó dos mil juguetes educativos a igual número de menores.

El sacerdote manifestó que para dar el sentido de igualdad, cada niño escogió el juguete que deseaba.

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