Las alfombras cumplen un rol importante en la decoración del hogar y se adaptan a cualquier estilo. Desde los diseños de interiores más trabajados hasta los más minimalistas emplean las alfombras como parte del diseño. Son un valor añadido para decorar, además de brindar una sensación de confort.
Una de las tendencias en cuanto a alfombra se refiere para este año, son las de fibras naturales, como las de mimbre, cáñamo y el yutex. Otras fibras naturales muy populares son el algodón, el lino y el esparto, que igual aportan gran belleza. Las de coco, por ejemplo, resultan una fibra sumamente rugosa y sale al mercado con su color natural o en tonos vivos. En tanto, que las de paja o junco trenzado ofrecen motivos seductores, creados por el tejido de fibras a manera de gruesos encajes. Sus coloridos naturales armonizan con muebles rústicos e impregnan una sensación de frescura al ambiente.
Las ventajas de elegirlas frente a las de otros materiales, como la lana, es que son mucho más resistentes y versátiles, ya que su textura y tejido en general es perfecto para adaptarse a cualquier tipo de corriente decorativa, es decir, van geniales tanto en un estilo campestre como en uno contemporáneo minimalista.
Estas alfombras aportan una gran presencia en el espacio donde se coloquen; las hay de gran cantidad de colores porque suelen teñirse. Sin embargo, no podemos dejar de mencionar que es un gran acierto dejarlas en el color natural de las fibras utilizadas para su fabricación, que en general son los marrones, tostados y ocres, ya que con una base como esa se puede experimentar mucho con el resto de los elementos del área en donde se coloquen , como los muebles, los tapizados y las cortinas.
Las alfombras de fibras naturales son algo ásperas al tacto, se trata de un material natural y resistente, duradero, sencillo de limpiar, pero no delicado y suave como para, por ejemplo, echarse encima o andar descalzo sobre ella.
Este tipo de alfombras queda muy bien en pasillos y puntos de unión entre dos zonas, por ejemplo, el paso del salón al comedor. Pero hay que tener mucho cuidado, pues al ser muy ligeras, requieren de algún tipo de sostén o apoyo en el suelo para que no se rueden de lugar y la gente no vaya a resbalar.
Además, al ser de dimensiones más pequeñas que las alfombras clásicas, habrá que elegir varias y tener muy presente las posibilidades de combinación con el resto de los elementos decorativos del espacio a cubrir.
Estas alfombras no deben colocarse en lugares donde pueda ocurrir derrame de algún líquido, su color puede afectarse por cualquier limpieza. Además, los derramamientos de agua pueden hacer que pierda color, especialmente si es de yutex.
Muy fáciles de combinar
Aunque encajan muy bien en ambientes rústicos, su éxito se debe a que combinan fácilmente con cualquier otro tipo de decoración, desde la más clásica a la más actual. Dependiendo de cómo estén trenzadas, tienen un aspecto más sencillo o más sofisticado. Además, las puedes encontrar en el color natural de la fibra o teñidas con colorantes especiales. Si los tonos naturales favorecen un ambiente armónico y sereno, los tintes les dan un toque más dinámico y alegre.
Para crear diseños originales también se pueden combinar fibras del mismo material, unas en color natural y otras teñidas. Incluso, hay firmas que dan un paso más y ofrecen la posibilidad de personalizar las alfombras, ya sea eligiendo la combinación de tintes a utilizar sobre las fibras vegetales, o escogiendo los colores de los materiales con los que se combinan éstas o el ribete con el que se protegen los bordes.
Cómo limpiarlas
Las alfombras de fibras vegetales son bastante resistentes al uso, pero también es cierto que, por sus componentes de tintura y el carácter natural del hilo, requieren unos cuidados de limpieza más particulares. La limpieza debe hacerse con extrema cautela, ya que los métodos de limpieza de alta humedad pueden ser especialmente perjudiciales a estas alfombras. Puede llevarlas a lavar en seco a la lavandería. Si las lava en la casa puede correr el riesgo de dañarlas.
Una alternativa sintética
Existen alfombras de fibras de PVC trenzadas, cuyo aspecto es muy parecido al de las naturales, pero que son completamente lavables y más resistentes al uso. ¿Sus inconvenientes? El precio es más elevado y son menos cálidas que las naturales: el tacto al pisarlas no es tan agradable.
