Sequía se traga los cultivos en áreas de Peravia

La sequía que desde el último trimestre de 2014 ha castigado a la provincia Peravia ha dejado resultados para la producción agrícola que poca gente agradece o desea que se prolongue.

La sequía que desde el último trimestre de 2014 ha castigado a la provincia Peravia ha dejado resultados para la producción agrícola que poca gente agradece o desea que se prolongue.Hay cosechas enteras de sandía afectadas, berenjenas que no pudieron crecer, áreas para siembras de cebolla que debieron ser reducidas, flores de mangos que se han caído, impidiendo que nazcan los frutos; pastos para ganado que lucen amarillos en vez de verdes, y cultivadores de ajíes que no podrán pagar completo los préstamos que tomaron en los bancos.

Los efectos no pueden ser más dramáticos, consecuencia del estado que tienen canales como el Marcos A. Cabral y otras fuentes por donde no corre agua. La sequía es un fenómeno propio de la naturaleza, pero los efectos que ha dejado la actual en los banilejos, serán inolvidables.

Hay afectadas o bajo amenaza 22,013 tareas de plátanos; 21,980 de guineos; 6,800 tareas de lechosa; 2,240 de yuca; 315 de ají; 600 de habichuelas; 1,055 de berenjenas; 360 de pepinos; 829 de molondrones; 4,065 de aguacates; 34,670 de mangos; 6,510 de pastos para animales, y el área de cultivo de cebolla se redujo de 8,000 tareas a unas 1,500 tareas. Esto así, porque debido al panorama actual muchos propietarios de terrenos prefirieron no sembrar, según aseguran a elCaribe líderes agropecuarios de la zona y representantes de la Junta de Regantes.

Las posibilidades de que la naturaleza aporte agua para los cosecheros son escasas (al menos en las próximas 24 o 48 horas), si se parte del pronóstico de la Oficina Nacional de Meteorología. La institución informó la tarde de ayer que las condiciones atmosféricas sobre el territorio nacional permanecerán sin cambios apreciables, debido al sistema de alta presión que sigue inhibiendo el desarrollo de las nubes de gran extensión y aseguró que el viento del noreste será el responsable de las aisladas lluvias de corta duración que pudiesen ocurrir sobre las provincias Samaná, La Romana, El Seibo, Hato Mayor, La Altagracia y Monte Plata. Nótese que no incluye a Peravia, como beneficiaria de las lluvias que pudieran llegar.

Cuando en Peravia ocurre una sequía tan severa como la actual, la preocupación toca no solo al sector productivo, sino más allá de éste. Eso quedó demostrado la tarde del jueves cuando representativos de distintas organizaciones sostuvieron un encuentro para definir las líneas de acción, en caso de que “las voces frente al problema no fueran escuchadas desde las altas esferas del Gobierno”. Se barajaba la posibilidad de marchar hacia el Palacio Nacional, en la capital, o paralizar las actividades (comercio, transporte y la industria) en la provincia). Pero el presidente Danilo Medina recibió ayer una delegación de productores y al director ejecutivo del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI).

“Tememos que se nos vayan 16 o 17 millones de dólares que estimábamos obtener en divisas para este año a través de la exportación de mangos. Si no logramos proteger la flor de los mangos que se está cayendo, no obtendremos ni la mitad de lo que tuvimos en 2014”, indica Onésimo Mejía, presidente de la Asociación de Productores de Mangos de Baní, entrevistado en la Asociación Peravia de Ahorros y Préstamos. Calcula que, si bien la economía de Peravia ha estado deprimida, siempre se espera que con el cultivo y comercialización de mango se reactive, con un aporte de unos 4,500 empleos directos y otros indirectos.

Onésimo Mejía asegura que “en la historia de Baní nunca se había vivido una sequía igual que la actual”. El estado en que se encuentran los ajíes de la finca de Claudio Villar y la cebolla y las berenjenas de los predios de Juan Bayona, ambas ubicadas en Paya, Baní, no dejan espacio para dudarlo.

Bayona, conocido popularmente como Ganzo, es el encargado de Mercadeo de La Federación de Campesinos Banilejos (Fecaba) y como tal es receptor de las quejas de muchos de los productores asociados a esa institución que sufren los estragos de la carencia de agua.

“Pedimos agua para el canal Marcos A. Cabral, porque con ese es que mojamos las siembras. El Gobierno se había comprometido a darnos cinco días de agua, a razón de 10 metros cúbicos para el canal y que estaríamos dos días secos, pero nos están dejando 12 días sin agua”, dice Bayona.

“Yo tengo en peligro unos 450 mil pesos porque estas sandías se dañaron prácticamente todas. La cosecha se perdió. Estos cuartos se perdieron”, lamenta desde otra finca el productor Cristian Troncoso, cuya propiedad está en Sombrero, Baní, muy distante a la de Ganzo y la de Onésimo. En Matanzas “los gritos” de los productores son más o menos los mismos y las razones también. “Los víveres que yo tenía sembrados se están secando”, exclama Bartolo Victoriano (Piro), residente en el barrio Washington, ubicado en los alrededores de uno de los tramos que cruza el canal Marcos A. Cabral.

Las lechosas de otras fincas han corrido la misma suerte en la zona comprendida entre Sombrero y Matanzas. El canal Marcos A. Cabral irriga unas 159,000 tareas, donde existen más de 4,600 productores que se benefician con sus aguas.

Onésimo Mejía dijo que le gustaría que el Ministerio de Agricultura traslade algunos técnicos al lugar con el fin de que cuantifiquen los daños que ha provocado la extensa sequía. Sostuvo que el senador de la provincia, Wilton Guerrero (Partido de la Liberación Dominicana) ha sido diligente y gestionó el encuentro con el presidente de la República.

El Gobierno está respondiendo

Precisamente ayer, el presidente Medina dispuso la entrega de RD$70 millones al INDRHI, con el propósito de solucionar los problemas del agro, causados por la sequía en la provincia Peravia.

Para tratar el tema, el mandatario se reunió en su despacho con productores y los funcionarios del área agropecuaria Ángel Estévez, ministro de Agricultura; el director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo, Alejandro Montás; Olgo Fernández, del INDHRI; el senador Wilton Guerrero, y Nelly Melo de Guerrero, gobernadora provincial, entre otras personalidades

El ministro Estévez, luego de la reunión dijo a la prensa: “Lo que estamos haciendo es buscar la manera de eficientizar el uso del agua y mejorar las pérdidas. A más tardar en 15 días se verán los resultados del plan que preparamos”, aseguró. Mientras, Eric Rivero, presidente de la Confederación Nacional de Productores Agropecuarios (Confenagro), declaró que no podría cuantificar los daños que ha provocado la sequía en la zona. “Lo que se ha perdido, más lo que se ha dejado de producir, es realmente incalculable, pero se trata de muchos millones de pesos. La producción agropecuaria es columna vertebral de la provincia completa”, dijo Rivero a los periodistas.

Y recalcó lo que en Baní y otros pueblos de la zona ha puesto en “jaque” el bolsillo de muchos inversionistas agrícolas. Rivero, que es ganadero desde hace años, lamentó que esa actividad esté peligrando. “Desde hace meses, hemos venido tratando de que se corrija esta situación y buscando un poquito de equidad en la distribución del agua. Hoy el presidente da una respuesta importante con esa inyección de dinero”, apuntó.

Entre las acciones que se tomarán a partir de la inyección de los fondos aprobados por el presidente Medina, se incluye la rehabilitación de los canales Marcos A. Cabral y Juan Caballero, así como la colocación de diversos pozos de la provincia. Productores como Juan Ramón Cruz (que administra la finca de Claudio Villar) esperan que esos pozos funcionen y contribuyan a paliar el mal.

INDRHI y productores se habían reunido antes

Por la crisis en el canal Marcos A. Cabral, parte de los lugares que no reciben agua son Quijá Quieta, Matanzas, Las Calderas, Sombrero y eso ha dejado un efecto “dominó” para quienes colocaron su dinero en la tierra.

Por ejemplo, en el caso del ají que se ha salvado, pero que ha sido estropeado por las altas temperaturas y la falta de agua, los precios se deprimen hasta en un 50%, en comparación a cuando el vegetal es “de primera”.

Lo propio ha ocurrido con otros rubros. Por ejemplo, Ganzo contó a este diario que los compradores quieren pagar 600 pesos por un saco de berenjena en las fincas y cada saco puede contener hasta 325 unidades de berenjenas. Es decir, quien produce apenas consigue menos de dos pesos por cada berenjena que vende, aunque luego el comerciante explota al consumidor final.

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