Si la vida vuelve a sonreírte no dudes en devolverle la sonrisa, no temas vivir una nueva experiencia, de creer con la necesidad de escalar más alto, de amar con la velocidad del que no quiere detenerse, porque llegar es imperativo y disfrutar el viaje es determinante.
Acepta de una vez que el pasado es un árbol hueco que nunca volverá a levantarse, el presente es el terreno donde plantarás. ??Tus semillas de mostaza ?y el futuro es la frondosa estancia que disfrutan los viajeros que para llegar se atrevieron a esquivar los troncos caídos, aprovecharon el impulso de los tropiezos y no dejaron de mirar al frente, porque entendieron el consejo: “que el volante, el cerebro y la pasión deben ir siempre en la misma dirección”
