Construir la patria hoy

La celebración del 171 aniversario de la independencia de la República Dominicana es una ocasión propicia para reflexionar sobre los principales retos que tiene el país para completar el sueño de sus libertadores y avanzar hacia un Estado realmente&#

La celebración del 171 aniversario de la independencia de la República Dominicana es una ocasión propicia para reflexionar sobre los principales retos que tiene el país para completar el sueño de sus libertadores y avanzar hacia un Estado realmente democrático. Para ello hay que evitar la distracción de un discurso-ficción, irresponsable por demás, que habla de fusión y que promueve la confrontación y el odio, tratando de impedir que la atención ciudadana se centre en los principales problemas nacionales. El desafío hoy es sacar lo mejor de los dominicanos y aprovechar su gran capacidad de trabajo para impulsar las transformaciones que requiere la sociedad.

La constitución de un Estado social y democrático de derecho es el principal desafío de la nación dominicana en la actualidad. La Conferencia del Episcopado en su mensaje con motivo del 27 de febrero, señala que no puede haber paz sin justicia. Una evidencia del desencuentro entre estos dos valores fundamentales es la situación de pobreza y de desigualdad social en que vive una alta proporción de la población dominicana, a pesar de décadas de crecimiento. Trabajar por la salud de la patria en enfrentar la situación de exclusión que padecen miles de familias en el país, mientras que hombres si juicio y sin corazón se enriquecen con el dinero del pueblo.

Precisamente, el flagelo de la corrupción y la impunidad sigue minando la débil institucionalidad del Estado dominicano. Muchas de las instituciones públicas son vistas como botín político y a ellas se llega con el propósito de hacer dinero, olvidándose del servicio que estas deben prestar a los ciudadanos o del rol que deben jugar en una democracia como la dominicana. Esto se traduce en una erosión de la confianza en instituciones como la justicia, los órganos de control, los ayuntamientos o las dependencias del gobierno central. Participar de la corrupción o protegerla, es un acto de alta traición a la patria. Hasta que no se escarmiente a los corruptos, los buenos y verdaderos dominicanos seguirán siendo víctimas de sus maquinaciones.

La sociedad dominicana está siendo muy afectada por la violencia a todo los niveles, tanto de género, como de delincuencia común y del crimen organizado. Esto está alterando la paz y la tranquilidad que ha caracterizado a este pueblo. Enfrentar esta situación es sin dudas uno de los principales desafíos que tiene el país. Para ello se requiere de órganos de seguridad que en vez de participar del crimen lo combata. Frente a la delincuencia y el narcotráfico el gobierno debe mostrarse firme y enérgico, o no tendremos patria.

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