Caso de Héctor Aristy y otros desterrados por el doctor Balaguer

Capitulo XXIIICaso de Héctor Aristy y otros desterrados por el doctor Balaguer Resulta edificante para los jovencitos y jovencitas que hoy cuentan con 20 o 25 años narrarles qué ocurrió con una parte de los…

Capitulo XXIII

Caso de Héctor Aristy y otros desterrados por el doctor Balaguer

Resulta edificante para los jovencitos y jovencitas que hoy cuentan con 20 o 25 años narrarles qué ocurrió con una parte de los dominicanos desterrados por Balaguer, una vez llegó al gobierno, en 1978, don Antonio Guzmán.

La Ley No. 1 que reconoció el derecho de todos los exiliados dominicanos a regresar a su país, fue la primera que se aprobó una vez llegó al gobierno Antonio Guzmán Fernández.

El nuevo régimen, para complacer a la administración norteamericana y para confundir a la opinión pública nacional, le ofreció un cargo en un consulado al ingeniero Hamlet Hermann, quien estaba fuera del país luego de haber sido deportado por su participación en la guerrilla de Caracoles, comandada por Caamaño. Tomando esa situación como punto de referencia, el finado periodista René Fernández Almonte, me preguntó cuál era mi opinión al respecto. Le externé mi criterio en el sentido de que:

Conforme a la Ley No. 1 del año 1978, todos los exiliados pueden regresar al país y, por ende, no existe fundamento alguno para que un dominicano se encuentre fuera de la República Dominicana en contra de su voluntad. (67)
El 8 de enero, después de mi declaración pública, se presentó a mi oficina de abogados el ingeniero Juan Bergés, acompañado de un amigo común, también ingeniero. Bergés me manifestó que el objetivo de su visita era para confirmarme que los familiares de Héctor Aristy y de otros exiliados dominicanos estaban interesados en que se integrara un comité que luchara por el regreso de todos los dominicanos que todavía quedaban en el exilio. Accedí a su petición y el Comité por el regreso de Héctor Aristy, y demás exiliados, quedó constituido. (68)

No resultó fácil lograr los fines perseguidos por el Comité.

El Gobierno central de Guzmán Fernández se mantenía firme en no cumplir con la Ley No. 1, manteniendo fuera del país a Héctor Aristy, Hamlet Hermann, Toribio Peña Jáquez, Claudio Caamaño y Radhamés Méndez Vargas.

El comité, por mi mediación, se dirigió a organismos nacionales e internacionales, así como a las autoridades locales reclamando el regreso de todos los dominicanos que permanecían en el exilio. La prensa fue receptiva a nuestras actividades; en ese sentido los periódicos se hicieron eco de la petición de que regresaran los desterrados políticos, como consta en la colección de los periódicos que indicamos a continuación, que abordan el tema de exiliados durante el régimen de Balaguer y la negativa del gobierno de don Antonio Guzmán, a que regresaran al país:

El Gobierno dominicano, en su interés de no permitir la entrada de los exiliados, llegó hasta el punto de denigrar a Héctor Aristy diciendo que éste no podía entrar al país, pues tenía asuntos pendientes con la justicia en Francia porque, supuestamente estaba involucrado en el caso del secuestro de Revelli Beaumont, empresario de la Fiat. (69)

Puedo asegurar que Aristy no tuvo nada que ver con tal secuestro, ya que en unión del doctor Jottin Cury, participé como su testigo ante un tribunal civil de Francia, con motivo de una demanda en daños y perjuicios que Aristy interpuso contra varios periódicos franceses que le difamaron con respecto al secuestro.
El doctor Cury y yo expusimos ante el tribunal informando quién era Héctor Aristy, sus actividades contra Trujillo, así como su presencia destacada en la Revolución del año 1965, al lado del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.

Un juzgado de instrucción había dictado un auto de No Ha Lugar a favor de Héctor Aristy, liberándolo de toda participación en el caso. Apoyándose en esta decisión, Aristy incoó su demanda en daños y perjuicios contra los periódicos difamadores, obteniendo una indemnización de 84,000 francos franceses.
Finalmente, el gobierno de don Antonio Guzmán le dio cumplimiento a la Ley No. 1 y autorizó su regreso. En compañía del Lic. Fulgencio Espinal, el periodista Chino Bujosa y del piloto y ex militar constitucionalista Melgarejo, fuimos a Panamá y desde allí regresamos en compañía de Héctor Aristy, quien fue el último exiliado en regresar a su país.

No quiero terminar este relato sin antes señalar que la política tiene parte fea, fea, fea, muy fea y esto lo digo por lo siguiente: durante el tiempo que Héctor Aristy residió en Francia en condición de exiliado, recibió en su residencia a los más altos dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, incluyendo al doctor José Francisco Peña Gómez y a don Antonio Guzmán Fernández. Aristy llegó hasta a organizar deslumbrantes recepciones en honor de muchos de la cúpula perredeísta, pero luego no encontró uno solo de aquellos a quienes había recibido con finas atenciones en su residencia parisina para que abogara por el cese de la arbitrariedad que se cometía en su contra.

En una de mis gestiones para que regresaran Héctor Aristy y los demás exiliados, realicé una visita al doctor Vicente Sánchez Baret, en su condición de secretario de Estado de Interior y Policía del Gobierno de don Antonio Guzmán, en la que le reproché que los perredeístas se estaban comportando en forma inconsecuente con los exiliados, principalmente con Héctor Aristy. Le critiqué además el hecho de que la Policía Nacional había destruido un cartel colocado por el Comité por el Regreso de los Exiliados. . (70)

Actualmente el señor Héctor Aristy es uno de los principales dirigentes del Partido Revolucionario Social Demócrata, que dirige el licenciado Hatuey Decamps. 

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