Calidad del empleo, problema crucial

Más allá de cualquier otra apreciación dentro de los tantos aspectos positivos de la rendición de cuentas del Presidente de la República ante la Asamblea Nacional, el pasado viernes 27 de febrero, se destaca la creación de empleos. Se resalta…

Más allá de cualquier otra apreciación dentro de los tantos aspectos positivos de la rendición de cuentas del Presidente de la República ante la Asamblea Nacional, el pasado viernes 27 de febrero, se destaca la creación de empleos. Se resalta que desde octubre de 2012 hasta diciembre de 2014 se han creado 299 mil 325 empleos que referidos a la meta de 400 mil a agosto de 2016, todo indica que podría superarse con creces.

Si bien la creación de empleos es una de las más importantes contribuciones al desarrollo del país, por cuanto se trata de la principal fuente para que las personas puedan adquirir los bienes y servicios que les garantizan en lo básico una vida digna, procede considerar de manera preferente la calidad del empleo.

La calidad del empleo como meta, si bien en su transformación es un asunto de mediano y largo plazo, es la vía para revertir la triste realidad de que aún con un empleo las condiciones de existencia pueden ser muy precarias, como ocurre en muchos casos.

Estudios auspiciados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) o el Banco Central de la República Dominicana (BC) prueban que aún habiendo tenido el país una de las más altas tasas de crecimiento económico de América Latina y el Caribe y hasta del mundo, el ingreso real de los empleados por hora trabajada cayó en los últimos 20 años en un 27% y que para el caso de las mujeres, la caída es mucho más pronunciada alcanzando hasta un 35%. Lo anterior significa que en contraste con el incremento del monto nominal, los salarios reales no solo se han estancado, sino que han retrocedido.

A la vista: más del 50% de las empleadas y empleados dominicanos recibe como salario menos de 9 mil pesos mensuales.

Frente a lo dicho llama poderosamente la atención que la productividad laboral, que en términos simples es el rendimiento del empleado por el salario que recibe, se haya incrementado, en igual período, hasta un 82% de acuerdo al BC, mientras que como hemos visto el salario real se reduce.

Hay que explorar vías hacia una mejor correspondencia entre el salario real y la productividad y actuar enérgicamente para incrementar la calidad del empleo.
Entre las líneas de acción que han de incidir en la mejora de la calidad del empleo, procede orientar la educación general hacia la formación laboral y dedicar amplios recursos a la capacitación para el trabajo, el desarrollo organizacional y la gerencia.

Calidad del empleo, problema crucial. Más, pero mejores empleos.

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