El consumo de fibra te ayuda a tener una mejor digestión y a sentir menos hambre. Además, combate el estreñimiento que afecta a un gran número de personas.Por lo regular olvidamos incluir la fibra en nuestra dieta, sin saber que se trata de un complemento indispensable para que nuestro metabolismo funcione correctamente. Con lo anterior, no solo prevenimos riesgo de obesidad y sobrepeso, sino también otras enfermedades relacionadas, como la diabetes e incluso el cáncer de colon. En resumen, la fibra ayuda a que el sistema digestivo se mantenga saludable.
Para conocer los beneficios del consumo de fibra, tanto en hombres como en mujeres, platicamos con Sévil Mota Modeste, médico nutrióloga del centro Nutri-Balance, quien nos explicó que cualquier persona necesita consumir fibra diariamente, ya que brinda grandes beneficios a la salud.
Los alimentos ricos en fibra ayudan a reducir el colesterol, estabilizan el azúcar en la sangre y promueven una digestión sana. La fibra también es necesaria para tratar enfermedades del corazón, obesidad y diabetes. Otro punto positivo de las fibras es que ayudan a controlar el peso, ya que proporcionan sensación de saciedad sin demasiadas calorías. Hay que tener en cuenta que cuando se aumenta el consumo de fibras, también se debe aumentar la ingesta de líquidos. Es recomendable aumentar la ingesta de fibras en forma gradual, de a poco, porque si nuestro sistema digestivo no está acostumbrado, puede verse afectado.
La especialista comenta que el bajo consumo de fibra se ha asociado con enfermedades como estreñimiento, hemorroides, intestino irritable, diverticulosis, cánceres de colon, recto y mama, enfermedades del corazón y venas varicosas, entre otros padecimientos.
Las fibras se encuentran dentro de muchos alimentos, y para aumentar su consumo, solo hay que saber cuáles son e incorporarlos en la dieta diaria. De acuerdo con Mota Modeste, ésta se encuentra en las legumbres, como guandules, lentejas, habichuelas, garbanzos y frijoles blancos. Los frutos secos y semillas contienen buenas cantidades de fibra, como los pistachos, almendras y semillas de girasol, que son de los más ricos. Muchas frutas son ricas en fibra, especialmente aquellas que se comen con la piel, tales como peras y manzanas. Las frambuesas, fresas, higos y pasas son muy recomendables.
Las verduras también son una fuente mayor de fibra. Ingiere más lechuga, acelga, zanahorias crudas, espinaca, espárragos, remolachas, hongos, nabos, brócoli y alcachofas.
