A propósito de dermatitis

Si el presidente Medina me hubiese preguntado sobre un dermatólogo para tratar su dermatitis, de seguro se hubiera ahorrado su consulta en la ciudad de Miami. Ese comentario me lo hizo una queridísima colega a quien admiro y quiero como una hermana.&#82

Si el presidente Medina me hubiese preguntado sobre un dermatólogo para tratar su dermatitis, de seguro se hubiera ahorrado su consulta en la ciudad de Miami. Ese comentario me lo hizo una queridísima colega a quien admiro y quiero como una hermana. Es verdad. Mi ejercicio en el periodismo me ha granjeado la oportunidad de establecer excelentes relaciones con médicos dominicanos de una probada experiencia capaces de tratar no solo una dermatitis, cualquier afección de salud por grave que esta pudiera ser. Si bien es cierto que todo el mundo está en su pleno y total derecho de acudir al médico que se le apetezca, mas si se trata de un Presidente, no lo es menos que la primera magistratura de la Nación pudo haber hecho que el médico volase a República Dominicana, como en los tiempos de Balaguer, quien “pagaba” por no viajar. Todo lo que pudiera resolver desde aquí, lo resolvía. La dermatitis del Presidente al parecer es nerviosa, causada por estrés debido al fuerte ritmo de trabajo que lleva y, por ende, su cura no la encontrará en Florida, a lo mejor ni aquí. Va a depender del manejo que el Presidente le dé a sus múltiples responsabilidades que, de seguro, se las toma muy a pecho. Como médica frustrada que soy, como solía decir el maestro Emil Kasse Acta, al referirse a quien escribe, lo más aconsejable es que el primer mandatario trate de manejar sus responsabilidades de manera que no le afecten su salud. Hacer un esfuerzo y tratar de separar una cosa de la otra. Por mejor intención que tenga, no es un mago para resolver todo lo que nos aqueja como Nación. La dermatitis que padece el Presidente al parecer guarda relación con la manera en que procesa su responsabilidad al frente de nuestro país.

Es de dominio de muchos que Medina se toma las cosas muy en serio. Que es un hombre responsable y le afectan de manera muy sensible los problemas de los dominicanos, que no son pocos. El tema haitiano es uno de tantos y por si fuera poco la cercanía del torneo electoral, con todo lo que ello implica, sumado el día a día, tendrá a Medina, como dice el refrán popular, de vuelta y media. Le recomiendo al mandatario hacer una revisión interior y replantearse la manera en que asume sus responsabilidades. Procurar delegar en gente que está en sintonía con su política de gobierno, sin apetencias personales, capaces de ayudarlo a hacer “lo que nunca se ha hecho”, porque como sostuvo el propio Medina en su rendición de cuentas: “aún falta mucho por hacer”. Y si no cambia la manera en que asume los problemas que como Nación tenemos, ya no será una dermatitis que le afectará.

Terminará aquejado de mayores males, cosa que no le deseamos como tampoco verlo tomando otro avión en busca de profesionales de la salud cuando en nuestro país hay excelentes en todas las especialidades. Que conste en acta.

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