Elías Piña. A sólo cuatro kilómetros de Haití, en el distrito municipal de Guayajayuco, de la provincia Elías Piña, comienza a cambiar el panorama de depredación que predominó durante años por la deforestación de amplias extensiones de terreno para actividades de conuquismo y fabricación de carbón.Ramón Emilio Popa, es uno de los más de cien propietarios que han decidido plantar sus predios con pino occidentalis como parte de los planes de manejo del Ministerio de Medio Ambiente, que desde el 2008 comenzó a implementar el proyecto Frontera Verde y que solamente el año pasado logró la plantación de 1 millón 850 mil plantas en la provincia de Dajabón.
Popa confía en que el próximo año podrá hacer su primer corte, en vista de que las plantas habrán alcanzado entre 12 a 40 centímetros de diámetro desde que fueron plantadas hace seis años.
Estima que la producción rondará alrededor de 50 a 60 docenas de varas de pino, valoradas en RD$1,500 cada una.
Plan de manejo: un equilibrio entre lo que se planta y lo que se corta
Al hablar de las bondades de los planes de manejo, el técnico forestal, Francisco Rondón, encargado de reforestación del Ministerio en la zona, afirma que por cada pino a cortar los propietarios están comprometidos a sembrar 100. “La idea es tener un equilibrio entre lo que se corta y lo que se planta”.
Sostiene que con ello se busca hacer de la reforestación una actividad rentable, que motive a los campesinos a cambiar la mentalidad de que el bosque es su enemigo, en una comunidad donde no existe otra fuente de empleo que no sea la agricultura y la pobreza se refleja en cada palmo de su territorio.
Luego que el propietario decide poner a disposición del Ministerio su terreno, éste se encarga de pagar las brigadas de reforestación y donar las plantas, lo que ha resultado en más de 5 mil tareas reforestadas.
Para ello, en la comunidad de Guayajayuco existe un vivero donde se producen 2 millones de plántulas al año, principalmente pino occidentalis y caribe, así como algunos frutales, que se plantan en las comunidades de Villa Anacaona, Los Algodones, Loma de Cabrera, Restauración, El Pino y el resto de provincias fronterizas.
La directora provincial de Medio Ambiente de Dajabón, Colombina, Vargas, explicó que se trata de especies que se adaptan con facilidad a suelos degradados y resistentes al clima árido, las cuales se usan tanto para la conservación como para el aprovechamiento maderero.
Explica que actualmente se ejecutan algunos proyectos de cooperación con la comunidad internacional para apoyar la reforestación en la zona fronteriza, como el denominado “Libón Verde”, en territorio haitiano con la Agencia Alemana GIZ, por un monto de 80 millones de euros, el cual inició en 2013 y será renovado por los próximos tres años.
Durante un recorrido con representantes de varios medios de comunicación, por varias localidades a lo largo de la carretera internacional, la ingeniera en agronomía, explica que las labores contemplan la construcción de granjas para crianza de pollo y cabras, reservorios de agua, invernaderos y letrinas aboneras.
Asimismo se capacita a los haitianos en labores de reforestación y recolección de semillas, a fin de fortalecer el río Artibonito y sus afluentes como el Libón.
De su lado, el viceministro de Asuntos Forestales, Manuel Serrano, afirmó que la imagen de descuido, abandono y depredación que siempre se le atribuye a la frontera, ha ido desapareciendo motivando a su gente a vivir del bosque.
En cuanto a la fabricación legal de carbón añadió que se extrae de manera controlada en ocho puestos, de los cuales cuatro están en la frontera sur.
“Tenemos que sacarnos de la cabeza que carbón no es cocaína, ni droga, no es una palabra mala,carbón es una materia prima que sirve para cocer alimentos. Lo importante es saber de dónde proviene”.
