ROMA. Imagínalo – una alumna nepalí en la cima del Monte Everest. En la primaria, donde recibió comidas escolares del PMA, Nimdoma soñaba con realizar cosas extraordinarias.
Ella cumplió su sueño y no se detuvo con el Everest, el cual conquistó cuando tenía 17 años. Nimdoma, un maravilloso ejemplo del empoderamiento de las mujeres, continuó escalando las montañas más altas de cada continente con un equipo de mujeres nepalíes.
En el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo) de este año, quiero rendir homenaje a las niñas y mujeres que sueñan en grande. El empoderamiento de las mujeres empodera a la humanidad. En el Programa Mundial de Alimentos (PMA), creemos que las mujeres y niñas empoderadas nos permitirán cumplir nuestra meta final, un mundo con hambre cero. Las mujeres y su trabajo – pagado o no – son vitales para la producción, preparación y provisión de alimentos, por lo que son esenciales para la seguridad alimentaria y nutricional.
Mientras que cada 8 de marzo celebramos muchas imágenes de las mujeres, existe otra imagen que viene a la mente, una mujer con hambre y privaciones. Un estudio de género realizado por el PMA a uno de los países más pobres del mundo en el 2014, determinó que las mujeres tenían la mitad del tiempo que los hombres para descansar durante el curso del día. A las 7 a.m., cuando los hombres se despiertan para tomar el desayuno, las mujeres ya han trabajado por dos horas para preparar la comida, buscar agua y bañar a los niños, y aun así, ellas se van a acostar más tarde.
Sólo alcanzaremos un mundo con hambre cero cuando las mujeres, niñas, hombres y niños tengan las mismas oportunidades, igualdad de acceso a recursos, y una voz igualmente valorada en las decisiones que forman su mundo. Imagina el futuro.
